Dice la autora de esta crítica: “El feminismo está de moda, y mucha gente, machistas incluidos, quieren subirse al carro”.
¿Cómo separar la paja del trigo? ¿Cómo saber si algo es o no feminismo? La ecuación es fácil, si Feminismo= Igualdad, cualquier cosa o persona que viole derechos humanos, que defienda o promueva la desigualdad, esclavitud, humillación, estereotipación, o supeditación de la mujer, o de cualquier grupo a cualquier nivel NO ES FEMINISMO.
Compartimos la nota escrita por Ana G. Aguilar:
A Amnistía Internacional la han prostituido en nombre del Feminismo, con campaña financiada por proxenetas condenados por tráfico humano incluída, llegando a conseguir que la organización se posicione públicamente a favor de la despenalización total de la prostitución, y lo que es más grave aún, del proxenetismo.
Colectivos de 200 pelagatas auto llamadas putas voluntarias y felices hablan en los medios de lo libres que son en representación de ellas mismas y de las 300.000 mujeres esclavizadas y traficadas, invisibles y sin voz, que conforman la mayor parte del mercado prostituidor español, como si éstas fueran igual de voluntarias y como si no existieran por la mera existencia de la prostitución y la demanda que crea su permisividad.
Hoy está muy de moda que periodistas y crític@s se vanaglorien de cine y series misóginos y machistas en extremo, que perpetúan la ideología violenta, sexista y desigual contra las mujeres en nombre del Feminismo, y que da la casualidad que suelen ser de los contenidos más premiados y vistos por la mayoría. Contenidos que defienden la ideología dominante, lo contrario al feminismo de toda la vida, el que no gustaba tanto, el que verdaderamente cuestionaba y cuestiona el sistema patriarcal.
Proliferan cantidad de artistas y supuestos “expertos” en género y feminismo que hablan de las bondades de ser mujer objeto y esclava sexual en nombre de la libertad y el empoderamiento femenino. Lo que se olvidan de mencionar es que con el poder de divulgación e influencia de los medios patriarcales, y con su “libertad”, esas mujeres que se suman al patriarcado y a sus mandatos, utilizando o no en falso la bandera del feminismo, sirven de verdugos y catalizadores al machismo para cosificar, violentar y esclavizar a TODAS las mujeres, las que quieren y las que no quieren serlo. Generando así lo que se denomina “Violencia Simbólica” a gran escala, catalogada por la ley como una forma grave de violencia machista con nefastas repercusiones psicológicas. Además el daño no es sólo psicológico, sino que al perpetuar una conciencia social sexista de lo que son y cómo deben ser tratadas las mujeres, esta creencia se afianza en el discurso y la conciencia dominantes, y no se queda sólo en la pantalla y la ficción, sino que se traduce en violencia real en la vida cotidiana de las mujeres, tanto dentro como fuera de casa.
Ya está bien de manipulación. Se nos acabó la paciencia. Sororidad sí, con quien la merece, a quien nos pone un pie en la yugular para que sigamos sufriendo lo que llevamos milenios sufriendo, sea hombre o mujer, hay que enfrentarlos con la misma contundencia venga en nombre del feminismo o del espíritu santo. A quien aboga por el sometimiento, cosificación y degradación de su propio género en nombre de un patriarcado disfrazado de feminismo hay que desenmascarl@s y combatirl@s igual que al resto de misóginos que defienden.
Ahora la lucha es doble, el enemigo está dentro y fuera. El patriarcado aliado con el capitalismo, ha usurpado el discurso igualitario y tiene un ejército de borreg@s que se auto denominan feministas neoliberales a su disposición dispuestos a quitar de en medio a cualquiera que atente contra sus estructuras de poder y su statu quo, a cualquier vestigio de verdadero avance en igualdad y a cualquier persona que verdaderamente la defienda.
Fuente: plataforma antipatriarcado