Gresca entre vecinos del Barrio Unión y policías el sábado pasado. La versión policial aduce 50 borrachos violentos lesionando 10 canas. La versión de los vecinos indica policías sacados golpeando mujeres y niños, amenazas de muerte y violación.
Los constantes desencuentros que se dan entre vecinos de los barrios periféricos de la ciudad y los efectivos policiales, siempre tienen, al menos, dos versiones. La que generalmente es la oficial, tiene color azul y es la que tiende a predominar.
En este caso la versión “oficial” nos cuenta que el sábado pasado “llamados de vecinos alertaban sobre la presencia de un grupo de jóvenes entre las manzanas 381 A y B del barrio Unión” que se encontraban empinando el codo y molestando a las gentes de bien que a esa hora descansa y no anda de joda. Entonces llegó la ley a cortar la fiesta y “fueron recibidos con pedradas y palos que arrojaban más de cincuenta personas entre hombres y mujeres quienes lejos de acatar la orden policial, ponían en peligro la integridad física de terceros”, y ni lerdos ni perezosos, ante tal recibimiento, “con el solo propósito de restablecer el orden, la Policía hizo uso de armas paint ball para identificar a los sospechosos”, dice el parte azul. El saldo: “diez policías quienes presentan traumatismo de pie, tobillo, rostro y heridas cortantes, además dos móviles, una camioneta, un auto y escudos fueron dañados”.
Desde la otra vereda, la versión de los vecinos indica que las agresiones policiales se dieron a partir de una denuncia por gente supuestamente alcoholizada, pero fue al mediodía y no el sábado a la noche. Esto fue lo que desató el operativo violento en el que resultaron lesionados por los disparos, jóvenes varones, mujeres y niños que estaban alrededor de la gresca. Además denunciaron amenazas de violación y muerte por parte de los uniformados.
Los nombres de los denunciantes no se dieron a conocer por miedo a que los azules cumplan sus amenazas.
Un dato curioso es que la denuncia la realizaron luego de horas y horas de deambular por comisarías donde no les dieron mucha bola y recién el domingo por la madrugada encontraron un lugar donde dar cuenta de lo sucedido en la comisaría 1ª.