La reivindicación institucional de una vicepresidente derrocada, por otra vicepresidente en ejercicio.
Martín Miguel Güemes Arruabarrena
Entre las lecturas apasionadas y desordenadas de mi juventud, allá por los años 70 del Siglo XX, una anécdota de don Miguel de Unamuno (“el gran celtíbero” al decir de Ortega y Gasset) quedó grabada en mi corazón. Allá va, amigo lector. En un lugar de España, cuyo nombre no recuerdo, al iniciarse las hostilidades que llevarían a la guerra civil (cuyo costo en vidas fue de un millón de muertos), en un debate público el Gral. José Millán Astray lanzó su “intelectual expresión”: ¡Viva la muerte, muera la inteligencia! Exabrupto con el cual conducía a sus legiones al combate. Don Miguel de Unamuno, Rector de la Universidad de Salamanca, le espetó: “Venceréis, pero no convenceréis”. El tiempo le dio la razón…
En la argentina, en nuestra sociología más latente, el indio y el español pugnan por prevalecer en nuestra alma nacional. En los años 70 salió el indio que llevamos dentro (su legitima rebeldía ancestral) y también la España de la fe, y de la conquista. Sin distinción de derechas e izquierdas. De represión o guerrilla. De patriotismo o idealismo revolucionario. El grito lanzado al combate fue: ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia! Parangonando a Unamuno, diríamos que fue esencialmente un sentimiento trágico y agónico de la vida. En pleno Siglo XX, los traumas históricos, los magmas sociales, emergieron como los movimientos telúricos en forma volcánica. Nos convertimos en tierra arrasada. La ley del odio de Joaquín V. González afloró nuevamente. Por estos avatares sangrientos, es que ¿somos necrológicos los argentinos? como expresan los críticos de evocar la muerte de nuestros próceres y guerreros. A mi entender, como cristiano, la cruz y la resurrección son el signo distintivo de nuestra búsqueda de eternidad. ¿Cómo no inmortalizar la muerte gloriosa de nuestros fundadores? Para celebrar nos unen las fechas patrias: 25 de mayo (libertad), y el 9 de julio (independencia). Son fastos que congregan al encuentro patriótico. Sin distinción de credos, ideologías, etnias, grupos y clases sociales. El pensamiento y sentimiento de la Patria, nos unifica, a los fines de construir juntos una empresa sugestiva de vida en común. Con este introito, nos preguntamos: ¿Qué sentido tiene consagrar feriado nacional, el 24 de marzo? Trataremos de responder, en nuestra vivencia de observadores comprometidos, como sobrevivientes de un tiempo de odio y angustia, ante la tenaza destructiva de la Triple A, la represión de la Razón de Estado desnuda de Derecho, y la violencia terrorista y guerrillera. ¿Es para rememorar vivir el dolor de los enfrentamientos? ¿Sobre todo la muerte entre hermanos, entre argentinos? Dejo a un lado en estas preguntas y respuestas, a todos aquellos que en un accionar psicológicamente anárquico, ponían bombas indiscriminadamente, caiga quien caiga, o anarquistas libertarios que desaparecían personas, encarcelaban, y torturaban a los reprimidos. Es un capítulo execrable de la maldad humana. Descripta y visualizada dolorosamente en el vía crucis de nuestro Señor Jesucristo, y su calvario en la Cruz. Pero… volvamos al tema de nuestro tiempo, nos seguimos preguntando: ¿Sirve a la educación, a la memoria crítica, dedicar este Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia? Respondemos: creemos más fructífero, recapacitar en escuelas, universidades, medios de comunicación, sobre las causas y consecuencias de los golpes de estado. De los gobiernos facciosos, del “factismo” o “facciosismo”, contra “jus”, “ad limitum”, porque quiero y puedo y porque tengo las armas. Estudiar a fondo los golpes de estado de 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. Porqué se destituyó a Yrigoyen, Castillo, Perón, Frondizi, Illia e Isabel. En este último caso, digo “Isabel” (no Martínez), porque el apellido Perón era destituido por tercera vez en la historia nacional. Isabel representaba con sus aciertos y errores, debilidades y contradicciones, los 7.000.000 de votos del 23.09.73 de la fórmula: Perón-Perón (62 %). La fórmula presidencial más votada de la historia argentina. ¡Solo faltaban ocho meses para que el voto ciudadano reeligiera Presidente del País de los argentinos! Y allí estaba la médula del problema político, económico, social e institucional, de la ofensiva contra su gobierno de la guerrilla y la camarilla militar, más allá de astrólogos, brujos, de la logia Anael, y de la triple A (todos hechos, y fuerzas ocultas que deben ser investigadas). La única verdad es la realidad decía Aristóteles. El derrocamiento del gobierno peronista (1973-1976), soslayado con este feriado por los derechos humanos (sin menospreciar la necesidad de su vigencia) significa públicamente el escamoteo del triunfo económico y social del programa transnacional encarnado por Martínez de Hoz y epígonos. Con consecuencias en nuestros días, en nuestra autonomía económica. Proceso de desorganización nacional, al cual contribuyó con su accionar el terrorismo guerrillero del ERP, FAR, FAP y Montoneros, de sus violentos seguidores. Las contradicciones del entorno Isabelino, la decadencia de los partidos políticos, las actitudes burocráticas sindicales, la falta de conciencia histórica de la dirigencia, y fundamentalmente: la intromisión exógena y la coyuntura internacional atizaron el rescoldo de los descontentos nacionales. Los fatales errores del pasado contemporáneo, deben ser analizados sin ira, ni indignación, u odio, si con critica reflexión personal y colectiva. Nadie está libre de tirar la primera piedra, ni a derecha ni a centro ni a izquierda. Actualizando lo expresado, más útil es la lectura para docentes y alumnos, primarios, secundarios y universitarios, a los fines de una toma de conciencia ciudadana, popular, del libro: “Todo lo que usted quiso saber sobre La Deuda Externa y siempre se lo ocultaron. Quienes y como la contrajeron.”, cuyo autor es el Dr. Alejandro Olmos. Síntesis del juicio de la deuda que se carátula: “Olmos, Alejandro s/ denuncia” y se halla registrado como Causa Nº 14.467. Iniciado en octubre de 1982, en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 a cargo del Dr. Miguel del Castillo, secretaría Nº 4. Que cuenta con sentencia firme y condenatoria. ¡Prescripta por el paso del tiempo! Por ello, José Alfredo Martínez de Hoz y epígonos no fueron a prisión. Puede sumarse al documento anterior: la lectura de “Los tratados de paz por la guerra de Malvinas (desocupación y hambre para los argentinos)” del Dr. Julio C. González (Secretario Legal y Técnico de la Presidente Isabel Martínez de Perón). El estatuto legal de la dependencia, tiene plena actualidad y vigencia, aunque se oculte su influencia letal, en el pueblo, en la Patria.
Nuestra posición, ante el feriado por la memoria, la verdad y la justicia, es que se trata de una visión parcial de la historia. Nuestra cultura y educación no rescata para el ciudadano un espíritu crítico sobre nuestro pasado, sino partidario, sesgado, resentido, pleno de odios reactualizados; no olvidamos por cierto, los crímenes y el dolor de los deudos de ambos bandos en pugna. Terroristas y reaccionarios. La pólvora del pasado violento del país, no nos deja vislumbrar una salida a este brete en que nos encontramos, sembrado de maledicencias, de epítetos, de violencia verbal, y física, de acusaciones, de búsqueda de culpables, que amenaza traer de vuelta al presente, los traumas no resueltos del ayer… Por ello, el descubrimiento de un busto de la Presidente Isabel Martínez de Perón, es un paso al dialogo, al disenso en búsqueda de consensos. Como pistoletazo de atención, afirmo: la opción entre dificultades no estaba dada, entre Isabel y el Arcángel San Gabriel… prueba de ello, fueron los cinco años de prisión de la legitima Presidente constitucional de la Nación. Que no había incurrido en corrupción, ni subversión. Sí, en aciertos y errores, ineficiencia y desgaste. La sangre y el dolor que azoto al País, fue el marco violento de su prisión. De tales barros, tales tempestades… la decadencia fue forjada por violentos, por corruptos, por tránsfugas, por logreros, por oportunistas, por todos aquellos que hicieron como los teros, pegaron un grito en un lado, y los huevos estaban en otro. En estos días, Isabel Martínez de Perón (93 años) fue recordada por el Papa Francisco, recibió un premio por su hispanidad de manos de una asociación española; la visita de la Vicepresidente Dra. Victoria Villarruel, y se descubrió un busto a su paso institucional por la Cámara de Senadores de la Nación. No fue casual sino causal que Claudia Rucci, hija del asesinado dirigente sindical José Rucci, estuviera en ese acto histórico de reivindicación institucional a la primera Presidente del País de los Argentinos.