Ayer dieron condena a los tres hombres que en 2010 se afanaron alrededor de $80.000 destinados a planes sociales en El Galpón. A uno le dieron sólo tres años y medio, otro quedó en libertad condicional y un tercero ni siquiera apareció.
Mientras la lucha del Galpón para pedir justicia va, en estos días, por otro sentido. Aquí la justicia hizo su trabajo como lo sabe hacer: mal.
El hecho fue que tanto Adolfo Alejandro Velarde, alias “Sordo” (pena 3 años y medio, de prisión en suspenso), como Luis Alberto Díaz (pena 3 años y medio en la tumba) y Luis Andrés Valentini González (declarado en rebeldía) se afanaron 78.000 pesos de los planes sociales destinados a los pobladores del galpón además de otros 8.000 pesos de la caja chica. El hecho sucedió en 2010 y luego de tres años de juicio, se tuvo el veredicto por parte de los jueces Martín Pérez, Mónica Mukdsi y Héctor Alavila.
El dictamen oficial dice que la pena para Díaz obedece a que resultó ser “coautor penalmente responsable del delito de robo doblemente calificado en poblado y en banda y con escalamiento, por lo cual debe seguir en cana”. Mientras el Sordo, en los siguientes tres años y seis meses tendrá que portarse bien, abstenerse de consumir estupefacientes y abusar del consumo de bebidas alcohólicas (algún vinito se puede chupar), y procurar una actividad laboral lícita y de acuerdo a sus capacidades, “todo ello mientras dure el término de prueba, bajo apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena impuesta”, indicaron. Por otra parte Valentini González fue declarado en rebeldía. En el derecho penal “será declarado en rebeldía el imputado que no comparezca a una citación sin justificación, se fugue del establecimiento o lugar donde está detenido, desobedezca una orden de aprehensión o se ausente sin aviso de su domicilio real”, lisa y llanamente ni se apareció.
Si uno considera todo lo que se afanan de los municipios y por llevarte un monto cercano a los 100.000 pesos te dan tres años… no se sabe bien cómo se pretende frenar la corrupción. Así, cualquiera agarra viaje.
