El papelonesco desplante de los libertarios salteños a la vicepresidenta de la Nación durante los homenajes a Güemes podría ser la antesala de un proceso de erosión de las figuras provinciales de LLA. La insistencia de Milei con el Pacto de Mayo y las negociaciones inesquivables con los mandatarios del interior provocaron el recelo de más de un caudillo libertario. Emilia Orozco, Julio Moreno y Carlos Zapata
¿condenados a la irrelevancia?
JERSON DE CECCO
El cónclave entre el presidente Javier Milei y los gobernadores del norte en Casa Rosada el pasado jueves culminó con la entrega, por parte de Gustavo Sáenz, del mentado Pacto de Güemes. Aquel que el pasado lunes fue entregado a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, por el mandatario salteño y que contiene reclamos puntuales sobre el reparto de subsidios y la obra pública. Fue ese hecho el que motivó la rabieta de los diputados nacionales de La Libertad Avanza, que junto a sus pares de otras provincias, abandonaron el acto denunciando un presunto “uso político” del mismo. A ese hecho le siguieron los predecibles despachos vía redes sociales que incluyeron algunos tiros por elevación a la vicepresidenta.
“Los diputados de LLA nos vimos forzados a retirarnos del acto en honor al Gral. Güemes ante la actitud irreverente del gobierno de Salta y gobernadores aliados, quienes hicieron uso político del acto adjudicando los males de la política tradicional al gobierno de Milei”, escribió Emilia Orozco. La publicación fue acompañada de un video en el que se la ve realizando una arenga tribunera entre vecinos de la zona del monumento.
Zapata, por su lado, escribió: “Nos vimos en la necesidad de retirarnos para no avalar con nuestra presencia el escándalo de prácticas políticas que nuestro pueblo no merece y no avala”. La última frase, en rigor, no exime a la vicepresidenta de la Nación, que se mostró flexible a llevar las demandas del gobernador al despacho de Milei. De allí que el “berrinche” libertario, tal como lo calificaron algunos referentes del oficialismo, haya sido también un mensaje solapado a la presidenta del senado, quien parece haber ganado envergadura desde el desempate en la cámara alta y la aprobación en general de la Ley Bases.
Finalmente, no fue Villarruel quien entregó el pedido del gobierno provincial al presidente de la Nación, sino el propio Gustavo Sáenz, acompañado de los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Carlos Sadir (Jujuy). El intercambio selló el apoyo definitivo de los mandatarios a la ley bases y, fundamentalmente, al paquete fiscal, por la restitución de Ganancias y el impacto que eso tendría en las provincias. Pero, a la vez, destiñe los planteos de los libertarios locales que montaron el patético acting a los pies del monumento a Güemes.
Milei convoca a la casta
Con la ratificación del pacto de mayo, el jefe político de libertarios y olmedistas, retoma definitivamente las prácticas de la casta. Pero además, achata fuertemente la figura de los referentes provinciales de LLA. Al igual que ellos, un grupo de legisladores radicales y del PRO se muestran reticentes a votar la restitución de ganancias, ya que entienden que los perjudicará políticamente en sus pagos chicos. Se trata de representantes legislativos opositores en las provincias del norte argentino, que mascullan bronca por haber votado a favor de la restitución del tributo coparticipable que sumará recursos a las arcas provinciales y, por ende, favorecerá a sus adversarios políticos.
Reniegan del hecho de que mientras ellos asumen el costo político de imponer un impuesto que afectará a la clase media, los legisladores peronistas alineados con los mandatarios de sus provincias lo evitaron. Conceptualmente la gran mayoría está de acuerdo con Ganancias, pero juegan cuestiones políticas y territoriales. Quienes no están alineados con los gobernadores miran con recelo el coqueteo del gobierno nacional con los mandatarios provinciales, porque ellos no ponen los votos, pero son los principales beneficiarios.
El malestar incluiría también a los liberales domésticos: Emilia Orozco, Carlos Zapata y Julio Moreno que, además de rezongar contra la vicepresidenta por avalar reclamos de gobernadores, fueron testigos de la rosca desplegada en el interior del congreso, que terminó con una senadora de la casta depositada en una cancillería.
Pero también siguen de cerca los movimientos de la presidenta del senado, que supo capitalizar la (hasta ahora) única victoria política del gobierno libertario desde el balotaje de noviembre. La aprobación de la ley bases dejó mensajes inquietantes para muchos. En los pasillos del senado se daba por sentado que la aprobación debía contar si o si con el voto positivo de Villarruel. Tan así que, a pesar del error involuntario de un senador que votó de forma incorrecta validando la aprobación, la vicepresidenta pidió dar marcha atrás y remendar el pifie para que la votación quede empardada. No obstante, se trata de especulaciones.
Donde no hubo matices fue en el mensaje publicado por la vice en X luego de la aprobación en general: “La Argentina de la sedición y la anarquía terminó”. La sentencia, que bien pudo haberse interpretado como un mensaje a los manifestantes contra la ley Bases, encierra un significante clave. Y es que ninguna figura política encarna mejor la anarquía que la máxima autoridad de la Nación. “Filosóficamente soy anarcocapitaista”, supo decir en entrevistas previas a su asunción como presidente.
Ruido en el concejo
En el recinto de Avenida del Líbano también resonaron algunos ecos del desplante libertario. “Hicieron un berrinche porque no les gustó el mensaje que estaba siendo transmitido en el documento, en una actitud en donde se han olvidado de representar a los salteños y terminan representando intereses de otra provincia, básicamente del puerto. Creo que eso le hace mucho daño a nuestra provincia”, sentenció el ex titular del INADI Salta, Gustavo Farquharson
La respuesta vino de parte del ex PRO (ahora libertario) Pablo López: “Berrinches son lo que están haciendo constantemente con LLA, los invitaría al psicoanalista, cuando fue la propia Villarruel (durante su presencia en los actos del lunes, como presidenta a cargo de la Nación por el viaje de Milei) dijo que Salta es un aliado. No nos peleemos tanto, traten de ser un poco más coherentes”, ironizó.
Por último, Martín Del Frari, catalogó de “tiktokera” a Emilia Orozco y definió el abandono del acto como una actitud de casta. “No entiendo a los diputados nacionales por Salta, la diputada tiktokera Emilia Orozco, el diputado Carlos Zapata, un empleado de Alfredo Olmedo de toda la vida, y el otro señor de apellido Moreno, que no se lo conoce. Levantarse en medio del homenaje al General Martín Miguel de Güemes fue un desplante a todos los salteños y fue una actitud de casta, porque funcionan así, son centralistas”, señaló por su parte Martín del Frari.
Le pusieron el poncho al león
Tras la entrega del pacto de Güemes, el gobernador Gustavo Sáenz y sus pares del norte se fotografiaron junto al presidente, quien lució el tradicional poncho salteño. Según explicó Sáenz, el documento “no aborda cuestiones políticas, sino lineamientos que son irrenunciables e innegociables para el futuro y el progreso de nuestra provincia y de la región”. En esta línea señaló la necesidad de dar continuidad a las “obras necesarias para el crecimiento de nuestra región”.
Además, consideró que “es fundamental que el gobierno nacional y los provinciales trabajen de manera conjunta para el engrandecimiento de la Patria. Esto era lo que Güemes esperaba: una Argentina unida para salir adelante”.
El Pacto de Güemes expresa la necesidad del financiamiento nacional para avanzar en obras y servicios imprescindibles y prioritarios para el crecimiento de Salta. Entre las infraestructuras de desarrollo humano y productivo se cuentan rutas, viviendas, escuelas, gasoductos, ramales ferroviarios, plantas depuradoras, entre otras.