Abelardo Usandivaras denunció que la empresa no le entregaba el vehículo por el que había pagado $10 millones hace más de cinco meses.
El caso del gaucho atrincherado en una concesionaria de autos generó revuelo en todo el país. Abelardo Usandivaras decidió quedarse dentro del negocio porque, de acuerdo a su denuncia, no le entregaban la camioneta por la que ya había pagado $10 millones. Tras el escándalo, el hombre finalmente recuperó el dinero que invirtió aunque asegura que reclamará por “los daños y perjuicios”.
El viernes Abelardo habló con la prensa y contó su situación. Explicó que llegó desde Salta al comercio ubicado en el barrio porteño de Puerto Madero porque se dio cuenta que algo estaba mal con la compra que había realizado.
Finalmente, luego de pasar horas dentro de la concesionaria y tras amenazar con quedarse a dormir allí, el gaucho obtuvo una respuesta. “Me devolvieron los $10 millones y pude comprar una camioneta, aunque usada con varios kilómetros”, contó.
Además, aclaró que “después de una semana muy agitada terminó la negociación”. “Para mí no tendría que haber existido porque era una obligación de la concesionaria, pero los sistemas son muy perversos”, lamentó.
A pesar de ello, también cuestionó que si bien le devolvieron lo que había pagado por el vehículo, no recuperó “los daños y perjuicios”.
El viernes, sonriente y emocionado, el “gaucho de Salta” agradeció el apoyo de las personas que lo acompañaron y que le regalaron una cena. “Se nota que me hicieron hacer dieta el otro día y me quieren hacer recuperar”, comentó entre risas a los medios que se acercaron al lugar.
Con respecto a la decisión que tomó frente a la falta de respuesta de la concesionaria, explicó: “Pasó lo que tenía que pasar. Yo vine a hacer un reclamo justo y ellos lo entendieron. Lo malinterpretaron pero lo terminaron entendiendo y se solucionó”.
Según su testimonio, aquel monto millonario fue abonado en diciembre de 2023 a la empresa Automotores Sentire, la cual le había ofrecido tres camionetas distintas. Una vez que el hombre eligió la que quería, cerraron el precio, dio su antiguo vehículo en parte de pago y a partir de ese momento no tuvo más novedades. “Desde diciembre me pasan de un teléfono a otro y no me dicen el apellido de la representante”, detalló.
Al salir, afirmó que si bien este viernes esperó tres horas por una respuesta, el miércoles estuvo nueve: “El puntapié inicial es que ellos ofrecieron camionetas que no estaban. Es un sistema financiero donde usan tu plata y después te hacen un ‘sana sana’”. En este sentido, dijo que primero le ofrecieron un auto a cambio de plata que ya había entregado, pero que, para llevarse una camioneta, debía poner la diferencia. Finalmente, llegó a un acuerdo para comprar una camioneta, aunque no la que él había ido a buscar.