Esta es la segunda protesta en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 y del proyecto de Ley Ómnibus, que representa un duro golpe al ámbito cultural al derogar leyes y eliminar instituciones que apoyan y promueven la actividad artística en todo el territorio nacional.
Numerosos miembros de la comunidad artística de Salta se unieron al cacerolazo cultural que se llevó a cabo en todo el país pasadas las 20 horas, a pesar de las duras condiciones climáticas. Esta es la segunda protesta que los artistas de la provincia han organizado en oposición al DNU 70/23 y al proyecto de Ley Ómnibus, los cuales representan un grave perjuicio al ámbito cultural al derogar leyes y eliminar instituciones que promueven y fomentan la actividad artística en toda la nación.
La destacada artista Silvia Katz, presente en la concentración de la Plaza 9 de Julio, en el corazón de Salta, expresó categóricamente que no concebía la posibilidad de ausentarse de la manifestación. Según ella, las medidas propuestas por el gobierno de Javier Milei tienen la intención de «borrar de un plumazo la riqueza cultural y las instituciones fundamentales que respaldan las expresiones artísticas». Además, subrayó la activa participación de diversos sectores de la comunidad salteña, destacando la importancia de la unidad para expresar de manera colectiva el rechazo a las propuestas de la ultraderecha.
El gobierno nacional tiene la intención de realizar modificaciones en las partidas presupuestarias del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) a través del DNU 70/23 y el proyecto de Ley Ómnibus. Asimismo, se plantea la eliminación del Instituto Nacional del Teatro (INT) y el Fondo Nacional de las Artes, además de la derogación de la Ley nacional 25.542, también conocida como la Ley del Libro, la cual establece un precio uniforme de venta al público de libros.
Según Katz, estas medidas tienen repercusiones negativas a nivel nacional. A modo de ejemplo, señaló que el Fondo Nacional de las Artes siempre ha estado diseñado de manera que todas las provincias tengan participación, como ocurre con las convocatorias a becas de formación que benefician a artistas de todo el país. En este sentido, destacó que las iniciativas de respaldo promovidas por los organismos nacionales han mantenido como eje central su presencia en todas las regiones del país, siendo verdaderamente federal tanto en la proporción de artistas involucrados como en la participación de todas las provincias.
Debido al fuerte temporal que afectó el centro de Salta, la comunidad artística se vio obligada a buscar refugio en las inmediaciones del Cabildo, donde persistieron en sus expresiones y cánticos en rechazo a las medidas implementadas por el gobierno nacional. Alejandro Gallo, en representación de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Salta (ARAS), expresó una profunda preocupación ante la posibilidad de recortes en el presupuesto asignado a la cultura. Su inquietud se fundamenta especialmente en la percepción de que estas decisiones obedecen a motivaciones ideológicas, con la preocupante premisa errónea de considerar a la cultura como una actividad deficitaria.
Gallo también hizo hincapié en que, junto con la propuesta de recorte presupuestario para el INCAA, se contempla la eliminación de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). Esta medida tendría como consecuencia la exclusión de la formación y producción audiovisual en diversas regiones del país, generando un impacto significativo debido a la notable reducción presupuestaria.
Durante la protesta, Olga Lubel, miembro de la Biblioteca Popular El Molino en Vaqueros, se sumó sosteniendo un cartel que resaltaba «Bibliotecas populares salteñas». Lubel subrayó la importancia de amplificar la voz de las bibliotecas populares y de informar a la sociedad sobre el papel fundamental que desempeñan estas instituciones, especialmente en el contexto de Salta.
A pesar de las condiciones climáticas adversas, la determinación de la comunidad artística no se vio mermada, persistiendo en su expresión de descontento ante las medidas gubernamentales que podrían tener consecuencias significativas para el desarrollo cultural en la región. La intensidad del temporal no solo puso a prueba la resistencia física de los participantes, sino que también resaltó el firme compromiso de estos artistas con la defensa de la cultura y las instituciones que la respaldan.
En medio de la lluvia y el viento, la Plaza 9 de Julio se convirtió en un escenario de resistencia donde las voces artísticas resonaron con aún más fuerza.