En su discurso de asunción como presidente de Argentina, Javier Milei presentó una visión crítica y apasionada sobre la situación del país, abordando una serie de desafíos económicos, sociales y políticos. Su mensaje se caracterizó por un tono directo y un llamado a la acción inmediata.

Milei inició su discurso como presidente de los argentinos destacando la difícil herencia económica recibida del gobierno de Alberto y Cristina Fernández, subrayando el déficit fiscal, la inflación y otros desequilibrios. Presentó una perspectiva histórica, recordando la era liberal de Argentina y su posterior declive bajo ideas colectivistas.

A continuación, realizó un diagnóstico crítico de la situación económica, resaltando la magnitud de la crisis heredada del kirchnerismo. Hizo hincapié en la necesidad de un ajuste fiscal y adviertió sobre el riesgo de hiperinflación, destacando la difícil situación de la deuda.

Señaló Milei la inevitabilidad de decisiones difíciles a corto plazo para sentar las bases de un crecimiento sostenible. Abogó por un enfoque de shock, criticando la falta de éxito histórico de políticas gradualistas.

Milei aborda la inseguridad y el narcotráfico, así como la falta de condenas efectivas, en algo que es un pedido a gritos de la sociedad argentina. Se refirió a la pobreza, la indigencia y la necesidad de cambios en las políticas sociales.

Destacó también la calidad deficiente de la educación y el colapso del sistema de salud, atribuyendo un alto número de muertes durante la pandemia a la ineficiencia estatal.

Expresó su intención de no perseguir viejas vendetas y llamó a la clase política a sumarse a un proyecto de país, invitando a quienes compartan su visión, independientemente de su pasado político.

Concluyó Milei con un mensaje esperanzador, comparando el desafío actual con la fiesta de Janucá y la lucha por la libertad. Destacó la importancia de la verdad y reiteró su compromiso con la libertad y el cambio.

El discurso de Milei se caracteriza por su tono apasionado y enérgico, respaldado por un diagnóstico crítico y propuestas drásticas. Aunque careció de detalles específicos sobre políticas, destacó la libertad individual y la necesidad de un cambio radical.