El laboratorio de lectura, escritura y corrección coordinado por el escritor Mario Flores, tendrá su segunda edición durante los meses de octubre y noviembre de 2023, presencial y gratuito, en el Centro Cultural de los Pueblos Originarios de Tartagal.
Pregunta: Contame cuál es el objetivo del taller
Mario Flores: «El objetivo principal de este taller es generar una instancia de diálogo abierto para aquellos que tengan una inquietud sobre la poesía (ya sean escritores o no, o sólo lectores), encuentren herramientas y material nuevo para ampliar sus bibliotecas personales. Además, es un espacio en el que se debate qué leemos y por qué, cuáles son los lugares comunes con respecto al imaginario poético nacional y de qué manera repensarlo en la actualidad. En la escritura poética operan el lenguaje y la sensibilidad, pero a mí también me interesa acompañar el proceso creativo y técnico, por lo que la corrección es otra parte importante de los encuentros: aprender a corregir es importantísimo cuando tantos libros salen publicados con errores de ortografía que dan vergüenza, más en Tartagal», explicó Flores.
P: ¿Cómo será la dinámica del taller?
MF: La primera parte de este taller se dio en marzo y abril de este año. «Es la primera vez que encaro proyectos artísticos de formación que duren tanto tiempo: el Taller de Literatura & Cine, que doy desde el 2018, nunca dura más de dos días. Así que también se trata de un desafío personal. El primero duró nueve encuentros, y éste constará de siete: desde el 9 de septiembre hasta el 28 de octubre, los sábados. Era necesario pensar algo a largo plazo teniendo en cuenta la gran cantidad de material que seleccioné para este workshop: no sólo bibliografía, sino también contenido audiovisual, formatos editoriales y técnicas de redacción. En la etapa de curaduría me di cuenta de que iba a ser una experiencia colectiva más larga, de dos meses. Cada encuentro consta de tres momentos: lectura y análisis estético, ejercicios de literatura potencial (escritura potencial), y al final un repaso de corrección técnica y de estilo.
Como muestra final del taller, en la primera edición se publicó una antología digital titulada “Transformaciones”, con textos producidos por las participantes y fotografías de piezas exhibidas en el Centro Cultural de los Pueblos Originarios. Esta vez, la idea es que cada persona logre definir una serie de textos para la confección de una plaqueta personal, ya pensando en publicaciones con calidad. Quiero decir: un taller no es solo para leer y escribir, tomar mate y felicitarse mutuamente, como suelen ser los talleres: acá corregimos sin piedad, se descubren nuevas lecturas y escrituras, y hacemos lo posible porque esas escrituras estén lo suficientemente logradas como para funcionar en términos editoriales.
P-¿El taller sirve tanto para quienes ya tienen textos como para quienes nunca escribieron nada?
MF- En la primera edición, se corroboró (porque “descubrir” es una palabra que reduce demasiado) que ya hay gente escribiendo, que tiene la práctica habitual de la escritura y que también buscan estos espacios para salvar dudas, pulir material original o simplemente introducirse en la literatura desde otros ángulos, y todo ello revela la necesidad de estos espacios. No me cabe duda de que será muy beneficioso para que, dentro de poco, leamos producciones de autoras inéditas que sumen a la escena literaria local y provincial.
¿El taller es gratuito?
El taller es gratuito. Es necesario que los artistas reciban la retribución justa por su trabajo, tanto en lo performativo como en la gestión de proyectos y en las propuestas de formación. Sin embargo, Tartagal es una ciudad que recién empieza a educarse con respecto a este tipo de propuestas: hay demasiados coleccionistas de certificados que solamente van por el diploma final, no por verdadero interés, o la única inquietud es si dan puntaje. Esa concepción utilitaria de todo lo que nos acerque al arte (talleres, muestras, charlas, etc.) hace más difícil imaginar que sea posible que un público promedio (máximo quince personas, casi siempre) esté dispuesto a pagar por algo que se ha naturalizado como “sin costo”. El material está incluido y también el diseño editorial de las publicaciones de los participantes, de modo que el resultado final sea otra lectura, una continuidad de esa dimensión.