La administración de Biden destinará unos u$s400.000 millones en inversiones para la transición energética, que implicarán un salto en la demanda de litio.
El Gobierno avanza con un acuerdo bilateral con Estados Unidos por el litio argentino. El año pasado, el presidente norteamericano Joe Biden aprobó la Ley de Reducción de la Inflación. Allí se plantea que invertirán u$s400.000 millones en la transición energética, por lo que se espera que la demanda de litio se multiplique por cuatro. Pese a que Argentina es el segundo país del mundo en tener la mayor cantidad de recursos de litio, no cuenta con un requisito clave que pide la ley. Sin embargo, esa diferencia podría salvarse en una negociación que lleva a cabo el ministro de Economía, Sergio Massa.
En agosto de 2022, Estados Unidos aprobó la Ley de Reducción de la Inflación, más conocida como IRA, cuyas siglas hacen referencia a The Inflation Reduction Act. Uno de sus puntos prevé la mayor inversión de la historia para enfrentar la crisis climática. Entre las medidas concretas, se encuentra financiar tecnologías de bajas emisiones, con créditos para energía solar o compra de vehículos eléctricos. La proyección es que Estados Unidos podría tener para 2030 un mercado donde la mitad de los vehículos sean eléctricos.
Con estas medidas, se espera que la demanda anual de litio alcance las 2,4 millones de toneladas para ese año, cuatro veces superior a la producción mundial de 2022, según Benchmark Mineral Intelligence. Para un país como Argentina, que cuenta con la segunda mayor cantidad de recursos del mundo en litio, podría ser una gran oportunidad para aumentar las exportaciones.
De hecho, actualmente hay dos proyectos en producción en Argentina que están en ampliación, y otros 6 en construcción. Economía proyecta que en 2025 la producción trepe a las 200.000 toneladas anuales, lo que implicará exportaciones por u$s 5.653 millones, casi 10 veces más que lo actual. Sin embargo, la ley de Estados Unidos tiene un requisito que Argentina no cumple: los créditos que se le otorguen a los ciudadanos para la compra de vehículos, de hasta u$s 7.500 por vehículo, serán para fabricación con recursos provenientes de Estados Unidos, o países con los que EE.UU. tenga acuerdos de libre comercio.
Sin embargo, esta diferencia podría ser salvada en intensas negociaciones que lleva a cabo Massa con funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca, en conjunto con el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello. En principio, el Gobierno vio con buenos ojos tres señales que podrían derivar en salvar la falta de acuerdo de libre comercio, como tienen otros países de la región, como Chile.
“Massa y Arguello lograron que haya vinculación por este tema, y que Estados Unidos quiera cooperar para lograr un acuerdo por la vía de la política”, aseguró una fuente oficial. Primera señal: la reglamentación. Meses más tarde de la aprobación de la ley, la semana pasada se publicó la reglamentación del capítulo de electromovilidad. Allí se indica que el departamento de Estado sugiere que además de tratados de libre comercio, también se incluya a los países con los que Estados Unidos firme acuerdos bilaterales.
La segunda señal que leen de forma positiva dentro del Gobierno es un informe que publicó recientemente el departamento de Interior de EE.UU. junto con el servicio geológico, titulado “Mineral Commodity Summaries 2023”. En la parte que habla sobre el litio, establece que “el consumo para baterías aumentó significativamente por el creciente mercado de vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos”. En cuanto a la producción, asegura que Estados Unidos la provisión de carbonato de litio solo proviene de una mina de Nevada. Por lo que requirieron de fuentes de información, en donde encabeza Argentina con el 51%, en un promedio realizado entre las compras que hicieron entre 2018 y 2021. Le sigue recién Chile con 40%, China con 4%, Rusia con 3% y otros con 2%.
Como tercera señal se encuentra el acuerdo sobre “minerales críticos” que firmó la semana pasada Japón con Estados Unidos para “fortalecer la cadena de suministros”. Si bien la relación geopolítica entre Estados Unidos y Japón es bien distinta a la que tiene EE.UU con Argentina, el acuerdo marca una referencia. Fuentes oficiales aseguran que en el caso argentino, será un acuerdo bilateral, pero no está claro la forma que va a tomar. “A nosotros nos interesa ser parte porque es una oportunidad enorme, pero para EE.UU. Argentina no es un país más”, aseguró una fuente oficial. La expectativa es que en los próximos meses haya novedades concretas.
El tema se trató en la reunión del presidente Alberto Fernández, con Biden en la Casa Blanca. También con Massa y Wendy Sherman, número dos del departamento de Estado, y con Juan González, asesor especial de Biden para América Latina. La diaria de las conversaciones las lleva adelante Arguello y Ávila con David Turk, secretario de Energía de EE.UU. Multinacionales con presencia en Argentina también hacen su lobby para que avance el acuerdo: desde mineras como Livent y Allkem, hasta automotrices como General Motors y Toyota.
Ante la consulta de este diario de si estos avances podrían implicar alguna diferencia en la relación bilateral de Argentina con China, país que cada vez tiene mayor cantidad de inversiones en litio, fuentes oficiales contestaron: “La postura del Gobierno es que las exportaciones que hagan las empresas radicadas en Argentina son negocios entre privados”. En 2022, las exportaciones argentina de litio fueron en un 42% a China, 31% a Japón, 13% a Corea del Sur, y recién en cuarto lugar a EE.UU., con 9%, y el resto en “otros”.