Familiares convocan a una marcha a tres años de impunidad en su femicidio. También apuntaron la infrusctuosa investigación de la fiscala Mónica Poma.

Cumpliéndose el tercer año del crimen de Agustina sus familiares y amistades convocamos a familiares que luchan contra la impunidad, a organizaciones y la sociedad en general a una concentración a realizarse en el mástil de la Plaza 9 de Julio (en frente del Cabildo) a horas 18:00.
Su caso se mantiene aún hoy impune; la investigación a cargo de la fiscal Mónica Poma (perteneciente a UFEM, la unidad de la fiscalía especializada en femicidios) no ha sido desarrollada como corresponde o, directamente, no ha sido tal, ya que al día de la fecha no hemos obtenido respuestas en relación a avances de peso en la tarea investigativa que conduzcan a la captura de los responsables materiales e intelectuales del crimen de Agustina Fernanda Nieto. Es por eso mismo que solicitamos la solidaridad de toda la población para que este caso no permanezca sumergido en la impunidad.
A nuestra Agustina la asesinaron en un marco de ajuste de cuentas que, según la información que hasta el momento hemos recabado, tiene como protagonistas a narcopolicías, transas y lúmpenes de la barriada. Y dado que las investigaciones pertinentes no son desenvueltas por el aparato estatal a raíz de que estás redes funcionan con la complicidad del propio Estado es que apelamos a la solidaridad de los propios vecinos de los barrios San Benito y aledaños y de toda la sociedad en general. Esto se da en un contexto en que elementos de los servicios policiales están vinculados a casos de los más aberrantes: desde femicidios (como en el caso de Liliana Flores) hasta violaciones (cuando se les asignó la tarea de ser consignas de una mujer cuya vida corría peligro). El grado de podredumbre del aparato represivo, en conclusión, es un hecho incuestionable. En un escenario así —insistimos— sólo la colaboración de los vecinos y/o de cualquier persona que sepa algo puede inclinar la balanza a favor de la victoria de justicia en su caso.
Sabemos que sus asesinos permanecen todavía hoy en libertad en la barriada; pero, lo que no sabemos a ciencia cierta, es quiénes son cada uno de ellos —tanto cómplices como perpetradores—. Es a raíz de eso que, llamamos también, a que cualquier persona aporte anóniamente información vinculada al caso para que tales datos conduzcan a los culpables que conjuntamente le arrebataron su vida dejando a un niño sin su mamá; el dolor que sentimos es profundo, pero vamos a transformarlo en lucha sin dar marcha atrás: por él y por ella; y por cada una de las víctimas de este sistema perverso que da vía libre a estas redes para que operen con total impunidad en los barrios pudriendo mente y cuerpo de la juventud y gozando del encubrimiento criminal del Estado.