Es un libro apoyado en nueva documentación histórica sobre militantes, adherentes y simpatizantes en Argentina de la corriente política encabezada por el revolucionario León Trotsky. Por Carlos Fernando Abrahan
Esta pronto a publicarse, y con gran expectativa, el primer volumen de la colección Historia del Trotskismo en la Argentina de José Barraza y Alejandro Guerrero que abarca “De los Orígenes al Peronismo (1929-1945)”, por la editorial El Viejo Fantasma. El trotskismo es un movimiento político surgido en los años ´20 del siglo XX, en las luchas internas del Partido Comunista (Bolchevique) de la Unión Soviética; y que se extendió en todo el mundo.
José Barraza es profesor y licenciado en historia de la Universidad Nacional de Córdoba y autor de los libros: “Entre ejes y fundiciones. Empresarios, burocracia sindical y trabajadores de la industria automotriz Argentina” (2006) y “El Villazo. Un análisis desde una perspectiva clasista, 1969-1976” (2018). Por su parte, Alejandro Guerrero es escritor y periodista; autor de los libros: “Jorge Newbery” (1999), “El Peronismo Armado” (2006), “La Federal” (2012) y “Pedazos de Tiempo” (2016).
Martin Magiantini, historiador y especialista en el trotskismo argentino, es el autor del prólogo del libro de Barraza y Guerrero; que proponen un enfoque que parte de analizar los procesos de formación de las organizaciones trotskistas en el continente latinoamericano de manera articulada al proceso que se venía desenvolviendo en el plano internacional. Articulación que se expresó en debates entre los miembros que integraban la Oposición trotskista dentro Partido Comunista de la Unión Soviética y, los que luego, conformaran la IV Internacional; organización de los seguidores de la política e ideas de Trotsky.
Para los autores, este abordaje permite superar problemas a la hora de reconstruir la historia del trotskismo en la Argentina. Problemas que se convierten en preguntas: ¿la constitución de las primeras organizaciones trotskistas argentinas se realizó sobre la base de la influencia de los miembros opositores europeos? ¿Se conformaron preferentemente sobre la base de factores locales o nacionales? ¿Qué se sabe de las trayectorias de los primeros militantes trotskistas en la Argentina? y ¿Cuáles fueron los obstáculos políticos que tuvieron?
El intercambio a través de los boletines, periódicos y cartas, permite a Barraza y Guerrero recrear una red internacional basada en vínculos políticos y personales donde los militantes trotskistas argentinos ocupaban un lugar significativo. Por ello, abordan trayectorias en Argentina de Robert Guinney, Raúl Raurich, Pedro Milesi, Antonio Gallo, Liborio Justo, Mateo Fossa y Posadas; que se integran con trotskistas latinoamericanos: Mario Pedrosa, Arístides Lobos, Octavio Fernández, Enrique Sepúlveda, Jorge Lavin, Oscar Waiss, Gastón Medina, Guillermo Lora, José Aguirre, Esteban Khichich, entre otros. A su vez, reconstruyen las relaciones políticas con los dirigentes de la Oposición Internacional.
El trabajo se inscribe en una producción histórica creciente sobre el trotskismo en Argentina y América Latina. Como, por ejemplo, el trabajo del historiador Osvaldo Coggiola, quien fue de los primeros historiadores que se propuso reconstruir una trayectoria de las organizaciones trotskistas en argentina; o la compilación de cuatro tomos coordinada por Ernesto González sobre el tema. Con los años, se fueron incorporando trabajos indispensables para el conocimiento del tema en aquí en cuestión.
Para los autores una historia de los orígenes del trotskismo argentino debe tener en cuenta el devenir de los partidos de izquierda importantes de nuestro país (el anarquismo, Partido Socialista, Partido Comunista). También sostienen que una historia del trotskismo debe tener en cuenta la lucha política de Trotsky y los miembros de la Oposición de Izquierda, bajo la persecución, frente a la degeneración de la Unión Soviética y la Internacional Comunista que ponía bajo amenaza conquistas logradas por la revolución rusa de 1917. Todo marcado por la adversidad de ser una fracción minoritaria y la presión que ejercía el aparato comunista sobre sus miembros y opositores.
Barraza y Guerrero parten de la premisa de realizar una reconstrucción histórica que tome como punto inicial el análisis de la conflictiva relación entre el sujeto y su entorno. En este orden, nos proponen abordar el desenvolvimiento de los militantes trotskistas argentinos, sus intercambios, actividades, polémicas y disputas en función del contexto histórico donde acontecieron.
Marcan que uno de los objetivos del libro es reconocer la actividad de estas organizaciones cuyos militantes anhelaban construir un partido revolucionario o una sección nacional de la IV Internacional. Al mismo tiempo, polémicas como la cuestión nacional, la unidad de los distintos grupos trotskistas argentinos, las caracterizaciones políticas, o la necesidad de intervenir en el movimiento obrero, etc.; mantienen su ineludible actualidad.
Saludamos esta iniciativa de José Barraza y Alejandro Guerrero, e invitamos a la lectura de este indudable aporte a la historia del trotskismo en argentina, corriente política internacional, vigente y protagonista en nuestra realidad social, que apunta a un objetivo claro: la conquista del poder por la clase obrera.