Eduardo Duhalde apareció en televisión anoche y dejó un tendal con sus vaticinios. “Es ridículo que piensen que el año que viene va a haber elecciones. La gente no lo sabe, no lo lee, o se olvida, pero entre el ’30 y el ’83 hemos tenido 14 dictaduras militares, quien ignore hoy que el militarismo se está poniendo nuevamente de pie en América no conoce lo que está pasando”, escupió el ex mandatario.
De acuerdo con su planteo, en la Argentina podría haber un golpe de Estado si la crisis y la grieta se agravan. “Argentina es la campeona de las dictaduras militares y por supuesto que puede volver a haber un golpe”, decía con toda tranquilidad mientras a Luis Novaresio se le caía la quijada.
“La Argentina corre ese riesgo, porque esto es un desastre tan grande que no puede llegar a pasar nada bueno. La gente se va a rebelar. Puede ser peor que el “que se vayan todos”, deslizando hasta la posibilidad de una “guerra civil”. Aunque aclaró “no es Alberto Fernández, no personalicemos”.
Estas declaraciones del expresidente generaron reacción de todo el arco político.
Desde el oficialismo, Agustín Rossi, dijo “un golpe de Estado es un escenario imposible en el país. Las Fuerzas Armadas Argentinas están absolutamente integradas al sistema democrático”.
Leandro Santoro por su parte, aseguró “Duhalde dijo una cosa gravísima, sin embargo, no creo que haya maldad” en sus declaraciones, sino que son reflejo de una falta de equilibrio personal”.
Para Cecilia Moreau, Duhalde “derrapó mal”. Advirtiendo que el Frente de Todos llegó para hacerse cargo de poner de pie a la Argentina cuando pase todo esto.
El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel consideró “muy preocupantes” las declaraciones del expresidente porque está atacando a la democracia, “con todas las dificultades que tenemos en el país enfrentando esta pandemia de coronavirus, y donde el Gobierno está haciendo un esfuerzo enorme para que no se siga expandiendo, hasta encontrar una salida lógica para todos los argentinos”.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que Duhalde “tiene que dar explicaciones a toda la sociedad de las intenciones de sus dichos. Hace 42 años mataron a mi hija Laura; en honor a ella, le digo que yo doy el cuerpo si llega a haber una mínima intención de un nuevo golpe de Estado”.
Desde la oposición, Daniel Lipovetzky consideró “muy graves” los dichos de Duhalde. “Sobre todo porque los dice un expresidente. En la Argentina no hay lugar para golpes de Estado. Si a algún iluminado antidemocrático se le ocurriera intentarlo, ahí estaremos defendiendo la democracia, las instituciones y la celebración de elecciones”.
En tanto, Maximiliano Ferraro, calificó de “irresponsable, grave y repudiable” lo dicho por el expresidente y afirmó que “todos los argentinos debemos estar unidos en la no violencia y defender el imperio de la Constitución Nacional, garantizando la República y la democracia”.
Álvaro González, por su parte, se mostró sorprendido con las declaraciones del expresidente “los argentinos necesitamos ante semejante afirmación algún indicio de lo que está planteando”.