El gobierno evalúa distintos protocolos, incluyendo el de peluquería. Todo será distinto, después del coronavirus.
El coronavirus llegó para cambiar el paisaje de las ciudades y trastocar casi todas las costumbres, entre ellas, algunas que entusiasman a muchos argentinos, como salir a comer a restaurantes y bares, ir al gimnasio, a la peluquería o al shopping. Y es que, si bien todos estos establecimientos permanecen aún cerrados y no está claro cuándo tendrán permitido abrir sus puertas, las cámaras de cada sector ya trabajan en protocolos para la reapertura.
La principal dificultad que se desprende de todos los borradores pendientes de aprobación por parte del Gobierno tiene que ver con el distanciamiento social. Por caso, en bares, restaurantes y locales de comida rápida el personal deberá mantener una distancia de 1,5 metros ante cualquier persona y cada mesa (que no podrá tener más de cuatro comensales) deberá estar separada de otras contiguas por 2 metros de distancia.
En los gimnasios, en tanto, tendrá que haber un socio cada 4 metros cuadrados, lo que significa una reducción de más de un 50% de su capacidad, se suspenderán todas las clases que impliquen contacto y se redistribuirá el equipamiento de manera tal que quede un equipo de por medio o 2 metros de distancia entre cintas, bicicletas y toda máquina.
La medida en shoppings, por su parte, será la siguiente: una persona cada 16 m2 en espacios comunes, mientras que los locales deberán indicar la capacidad máxima permitida según metraje propio.
En cuanto a las tiendas gastronómicas tendrán capacidad reducida de mesas a la mitad con la distancia prudencial especificada. En escaleras mecánicas se exigirá dejar tres escalones libres para garantizar distancia.
Para peluquerías, el procedimiento parece más sencillo: se trabajará a agenda cerrada, con turnos separados que permitan higienizar y desinfectar el lugar y los elementos de trabajo entre clientes.
Un dato importante es que tanto en restaurantes y bares como en gimnasios estará prohibido el ingreso de personas que pertenezcan a grupos de riesgo.
Otro apartado en los protocolos es el de las medidas de higiene y autocuidado. El personal de restaurantes y bares no deberá usar maquillaje u otros productos cosméticos que produzcan mayor sudoración o picazón para evitar tocarse la cara y no tendrán permitido el uso del celular en la zona de trabajo.
Además, se les tomará la temperatura, deberán desinfectar sus manos con una solución de alcohol al 70% o gel alcohólico antes de tomar los pedidos y después de manipular el dinero y tendrán que usar uniforme y zapatos exclusivamente para el trabajo.
Los peluqueros también tendrán que privarse de utilizar alhajas, maquillajes o esmalte de uñas y deberán utilizar barbijo o tapaboca, guantes y delantal en todo momento. Por su parte, el staff en los gimnasios sólo se acercará a los alumnos con el equipo básico de protección personal (barbijo, guantes, antiparras o máscaras de protección) y a ambos grupos se les tomará la temperatura. En los shoppings se medirá la temperatura de los visitantes en el acceso.
En cuanto a los espacios de trabajo y de atención al público en todos los casos deberán contar con esquemas intensificados de limpieza y desinfección de todas las superficies de contacto habitual de los trabajadores y los clientes. Se ofrecerá alcohol en gel en todos los espacios comunes y se garantizará la provisión de todos los elementos para un adecuado lavado de manos con agua y jabón en sanitarios.
Por último, en restaurantes no se podrán realizar degustaciones de alimentos, las servilletas serán de papel y se desaconsejarán los clásicos buffets de autoservicio. La vajilla deberá ser lavada por encima de los 80 grados, los manteles a más de 60 y los alimentos deberán ser cocinados por encima de los 70 grados.