Organizaciones de jubilados reclaman por la baja virtual del programa alimentario salteño (PAS). Algunos apuntan a la provincia pero de allí le están tirando la pelota a la municipalidad. Lo cierto es que no hay alimento para los abuelos en medio de una dura cuarentena.
El programa alimentario provincial PAS incluía una ayuda a adultos mayores. La misma fue entregada sólo hasta diciembre y, a partir de allí, la provincia decidió sacarle la función a la secretaria de Adultos Mayores y descentralizarla en los municipios.
Luego poco se supo de los bolsones alimentarios. Olga Díaz, presidenta del club de abuelos “Nuestra Señora del Rosario”, en barrio Municipal, denuncia que en cuatro meses la municipalidad de Salta no ha dado respuestas: “Nora Pussetto está a cargo del programa de Adultos Mayores y parece haberse desentendido del tema porque no viene y no nos atiende el teléfono”, dijo una preocupada dirigente barrial.
Además, la señora Díaz reclama por la total ausencia de vacunas y de un método claro para abarcar al universo de ancianos de la zona sin exponerlos: “Los abuelos quieren vacunarse pero no pueden salir por la cuarentena y nadie se acerca hasta sus casas”.
El tratamiento dado por provincia y municipio deja mucho que desear. Si a eso le sumamos la desorganización de bancos y el gobierno nacional para pagarle a nuestros abuelos, vemos que el panorama es realmente desolador.