La concejal kirchnerista célebre por su ataque de empaque cuando fue desplazada de la presidencia del Concejo Deliberante, o es inocente, o la juega de Karina Jelinek.
Por Lola Mento
Resulta que para la última sesión del Concejo Deliberante, se armó un tole tole a partir del intento del Partido Obrero de hacer comparecer al Lord mayor a que brinde explicaciones sobre sus ex y actuales funcionarios municipales embarrados en el lodo de la causa de las facturas truchas.
Lo cierto es que la situación fue aprovechada por la edil para señalar en sus redes sociales: “Estamos viviendo una situación grave. No se trata solamente de un caso de corrupción que está siguiendo cauces administrativos y judiciales. Estamos frente a una crisis institucional porque estamos observando que personas muy cercanas a la administración pública municipal de la Ciudad de Salta están siendo acusadas e investigadas por la justicia”. A lo que continuó Figueroa: “Me solidarizo con el intendente, espero que se recupere pronto. Pero, también, espero que pueda venir a este Concejo Deliberante a dar explicaciones sobre lo que está sucediendo, más allá que se haya removido de su cargo el ex Secretario de Hacienda de la Municipalidad. El intendente tiene la responsabilidad sobre los funcionarios que nombra en su gestión, porque, fundamentalmente, tiene el deber de cuidar los recursos del pueblo”.
Todo esto podría ser coherente y hasta normal, si no fuese porque la concejal pertenece a la militancia kirchnerista, y es precisamente su jefa espiritual quien debe enfrentar al menos siete causas en las que no sólo están involucrados sus exfuncionarios, sino también la propia expresidenta. Asociación ilícita, lavado de dinero, encubrimiento y administración fraudulenta son algunos de los cargos de los que está acusada la candidata a presidenta de Lihue. A esto se agrega que los detenidos K de la era de Macri, son considerados por su sector como “presos políticos”, en el afán de tapar el sol con un dedo.
Entonces, deducimos que la vara de Lihue no sirve para medir a todos de la misma forma, ya que muy a conveniencia, sus compañeros detenidos están allí por obra de las artimañas de la justicia, pero en el caso de los involucrados en la causa Arcadio, ¿estos si sirven para sus chicanas políticas?
Esta no es la única contradicción de la legisladora municipal, quien fue una de las que rubricó la Carta Abierta a Sergio Leavy exigiéndole que como la mayoría del bloque de Unidad Ciudadana vote a favor del proyecto que legalizaba la interrupción voluntaria de los embarazos, sin embargo lleva al legislador nacional antiderechos, como su candidato a gobernador.