Sobre el avance de la política en los medios de comunicación, ocupando lugares que debieran estar reservados para profesionales que dedican años de estudios e invierten en su profesionalización.
Por Lola Mento
En la provincia de Salta existen dos universidades: La Universidad Católica de Salta con su Licenciatura en Comunicaciones Sociales, y la Universidad Nacional de Salta con su Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, que permiten la formación, conocimiento profundo y generan una gran cantidad de estudiantes y egresados que no dejan lugar a la improvisación en los medios de comunicación salteños. Año a año, son cientos los alumnos de capital e interior, que con profunda responsabilidad, se dedican al estudio concienzudo para orientar su vocación.
Sin embargo en los últimos tiempos, a los magros salarios de los que algunos medios pueden disponer para que estos jóvenes puedan desempeñarse (al resto se les pide que se consigan “una pautita”), se suma la desesperanza por la falta de fuentes laborales.
Los medios entendidos como empresas, a la hora de ceder espacios prefieren incorporar políticos que lleven platita contante y sonante, y que usan sus programas como trampolín electoral. Por esto de que es mas fácil hacerse conocido e interactuar con la gente a través de un “programa” de radio y televisión, que recorrer los barrios y mirar a la gente a la cara y sacarse fotos con niños en brazos o besando a las vecinas.
Solo a modo de ejemplo (hay muchos más) podría decirse que Canal 10 encabeza el ranking de “políticos periodistas” u “operadores periodistas” con Andrés Suriani (con programa también en Cablevisión) Martín Del Frari, Emiliano Durand, Carlos Morello y Malvina Gareca. También se puede encontrar en radio Cadena Máxima a Carlos Parodi y Luciano Acedo Salim, en FM Pacífico a Alvaro Ulloa, Luis Puló y Federico Nioi. En Canal 7 a Natalia Otero, Raul Cordoba en Omega Radio, Emanuel Sierra en Radio Vos. El intendente Gustavo Sáenz, también tiene programa propio en FM Aries y Canal 10.
A estas alturas, y sin ánimos de desanimar el estudio y la profesionalización, no queda mucho por reflexionar. Que no?