Detuvieron a un hombre que intentaba ingresar al país una imagen del Papa Juan Pablo II que en intentó hacer pasar por yeso, pero el narcotest dio positivo por cocaína.
Entre estupor, sorpresa, desencanto, misticismo y nuevamente sorpresa fue la reacción de los gendarmes del puesto de control fronterizo tras detener a un sujeto de nacionalidad argentina que regresaba de Yacuiba (Bolivia) con una imagen del Papa Juan Pablo Segundo que resultó estar “hasta las narices de merca”, según aseguraron testigos del hecho.
Resulta que el transportador al ser indagado con las preguntas habituales tras su paso por la aduana boliviana se puso demasiado nervioso, razón por la cual fue sometido a un escaneo pormenorizado de cavidades, y como no le hallaron nada sospechoso procedieron a la requisa de sus pertenencias.
Fue entonces que hallaron en la parte de la base de la estatua -que tendría aproximadamente 50 cm (la estatua, no la base, no sea opa)- indicios de que el relleno de la misma no era precisamente “yeso”, como declaró el sujeto que a estas alturas estaba a punto de quebrarse en llanto.
El narcotest dio positivo para cocaína de máxima pureza y el sujeto alegó que desconocía totalmente el relleno del Papa, trató de inculpar a la iglesia católica en general y al obispo Cargnello en particular, pero la denuncia quedó en la nada.
El hombre fue puesto a disposición de la justicia, la estatua decomisada y la fe recobrada. Amén.