Otra muerte sospechosa de un recluso del penal Villa las Rosas sucedió el fin de semana pasado. El joven de 21 años estaba a 6 meses de recobrar su libertad y según lo que le dijeron a su padre se ahorcó en la celda. La sospecha nace a partir de los hematomas que tenía el cuerpo e indican golpes previos a la muerte.
La muerte que aun no se pudo resolver fue la de Jorge Sebastián Salomón quien falleció producto del fuego que arrasó con su celda. En una primera instancia se inculpó al compañero, pero al poco tiempo la viuda de Salomón recibió una nota anónima que implicaba a los jefes del pabellón: “Me entregaron la carta el lunes pasado a la noche. Sé que hay mucho temor dentro del pabellón y no es para menos, nuestra familia también tiene miedo”, en ella puede leerse “Dicen los amigos de tu esposo que denuncies a (no se revela el nombre de la persona) jefe de pabellón, porque él se cansó de hacer notas pidiendo que lo saquen de ahí porque su vida corría peligro, y cuando fue el incendio corrían por todos los pabellones buscando un matafuego, ¿por qué?”.
Ahora otro fallecimiento en circunstancias extrañas, aunque esta vez la culpa no radica en uno de los compañeros, sino que la versión oficial dictamina que Adrián Diarte, de 21 años, se suicidó en su celda el domingo pasado. Angelo Diarte, el padre, relató: “Un llamado anónimo me avisó que habían matado a mi hijo y horas después tuve que ir a buscar su cuerpo. En el penal nos dijeron que se suicidó, pero él tenía hematomas en diferentes partes del cuerpo, como si le hubiesen pegado”.
Adrián estaba preso desde los 18 años, ahora con 21 estaba a seis meses de recuperar la libertad, esta es una de las razones por la que los familiares descartan la opción depresiva que supuestamente habría llevado al joven a terminar con su vida. La relación con el personal de la cárcel al parecer era bastante problemática para Diarte, según reconoció su padre: “siempre tenía problemas con los guardiacárceles y vivía castigado. Una vez me contó que lo tenían de punto junto a otros chicos más. Otra vez me dijeron que lo habían trasladado a Orán por su mal comportamiento y era mentira, estaba en el calabozo castigado. Muchas veces tuve que volver con lo que le llevaba, sin poder verlo”.
Las sospechas por la muerte las tiene el padre, quien afirmó que “Cuando me entregaron su cuerpo, me dijeron que se ahorcó desde una estatura que apenas superaba el metro y yo no les creí ni tampoco lo voy a hacer ahora. Por eso hice una denuncia para que se investigue a fondo lo que pasó”.
Por esto el próximo viernes los familiares y amigos de Diarte realizarán una marcha en la Plaza de Rosario de Lerma para pedir el esclarecimiento de la muerte del joven.