Con el sólo aval de su patricio apellido y sin que se le conozcan mayores méritos, Armando Isasmendi ocupará una silla en el nuevo directorio de YPF tras la salida de Miguel Galuccio como presidente de la compañía nacional. (Gonzalo Teruel)

Pese a los esfuerzos de Miguel Galuccio por diferenciarse del kirchnerismo y mostrar sus credenciales de hombre de empresas (con pasado, por ejemplo, en la mayor compañía del mundo de servicios a yacimientos petroleros: Schlumberger Limited) para agradar al macrismo y continuar en la presidencia de YPF, su suerte estaba echada desde hacía meses. Aún antes de asumir en sus cargos, el Presidente Mauricio Macri y los principales operadores del gobierno ya tenían decidido reemplazarlo por el ex Presidente de Telefónica y ex Director de Mercados Emergentes de JP Morgan, Miguel Ángel Gutiérrez, y avanzar con la renovación del directorio de la compañía petrolera nacional.

Así sucedió en la asamblea realizada el pasado 29 de abril en la sede de la compañía en Puerto Madero en la que, además, se decidió que un salteño ocupe una silla como nuevo Director de YPF: Armando Isasmendi.

“Abogado de profesión, con bufete propio en Salta, ocupó varios cargos en la función pública del gobierno provincial. Los dos más importantes fueron el de titular del Ente Regulador de los Servicios Públicos, pasando luego a integrar el directorio de la empresa provincial Recursos Energéticos y Mineros de Salta” lo describió entonces el diario Página/12. Y no faltó a la verdad: con el sólo aval de su patricio apellido y sin que se le conozcan méritos mayores, Isasmendi ocupa despachos oficiales desde hace más de 8 años.

El 26 de diciembre de 2007 apenas 15 días después de la asunción de Juan Manuel Urtubey como gobernador y como regalo de navidad fue designado “en cargo político” en el Ministerio de Desarrollo Económico y con sueldo a pagar por la Secretaría General de la Gobernación. Un año después, el 10 de diciembre de 2008, fue nombrado Director del Ente Regulador de los Servicios Públicos y una semana más tarde, el 18 de diciembre, fue investido como Presidente del Ente Regulador cargo desde el cual unos meses después, en junio de 2009, se incorporó “Ad Honorem” como miembro del Tribunal de Aguas de la Provincia.

En mayo de 2013 renunció a la presidencia del Ente Regulador para asumir la del Directorio de la Empresa “Recursos Energéticos Y Mineros Salta SA” y ejercer la representación del gobierno de la provincia ante las asambleas de accionistas, ordinarias y extraordinarias. Desde allí, además, ejerce desde octubre de 2014 la representación provincial ante el Consejo Federal de la Energía Eléctrica.

Consultado por Cuarto Poder, el abogado Isasmendi explicó que “efectivamente, en la última asamblea de la empresa fui designado Director en representación de la provincia de Salta” y aclaró que no debe instalarse en Buenos Aires ni renunciar a su cargo en REMSA SA. Exagerando su bajo perfil, el funcionario repitió que su designación “es en representación de la provincia” y reconoció que recién en una próxima asamblea se decidirá si es un empleo rentado o no.

Con esta nueva responsabilidad, Isasmendi se suma a otros salteños que ya ocupan cargos en la administración nacional como el ex Secretario de Turismo, Fernando García Soria, que se desempeña en la Subsecretaría de Promoción Turística de la Nación o la ex Ministra de Derechos Humanos, Silvia Pace, que presta servicios en la Dirección Nacional de Políticas Socio Educativas. Otros coterráneos como el Ministro de Turismo, Mariano Ovejero, y el Secretario de Procedimientos de Contrataciones, Facundo Marín, sin dejar sus despachos provinciales también se proyectaron a nivel nacional y presiden los Consejos Federales de sus respectivas áreas.

El ingeniero Miguel Galuccio tenía deseos de permanecer al frente de YPF pero no pudo cumplirlos. Pero, sin embargo, no debe estar triste porque esta semana se confirmó que cobrará una indemnización de $72 millones.

El millonario pago en concepto de “golden parachute” o “paracaídas de oro” parece ser una práctica habitual en el mundo de las compañías multinacionales. “No se trata de una indemnización extraordinariamente brutal para una posición como la de Galuccio, aunque puede resultar irritante para la gente. Para un CEO de una petrolera del tamaño de YPF, está dentro de lo posible” dijeron especialistas en empresas al diario La Nación.