Yolanda Vargas: “No entiendo por qué se ensañaron tanto conmigo”

 

Así lo señaló, Yolanda Vargas, la madre que perdió a sus hijos en un incendio en 2021. La madre fue imputada por el delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo.

Andrea Sztychmasjter

Desde el 9 de febrero de 2021 que Yolanda Vargas de 29 años quien fue mamá a los 19 no solo afronta el terrible desenlace de tener que llorar a sus pequeños hijos, sino que debió encarar a una justicia obstinada en señalar la pobreza y la vulnerabilidad como crímenes en sí mismos. También la mirada social que señala a una madre de no cuidar a sus hijos, sin tener en cuenta la feminización de la pobreza en el norte de nuestro país.

Yolanda perdió a sus dos hijos, Melani (6) y Thiago (4) en el incendio de su vivienda, una casilla de madera del asentamiento de Las Palmeras, Colonia Santa Rosa, Orán. Desde ese momento, la acusan por abandono de persona, y desde hace tres años que debe no solo esquivar esa mirada social que la trata de “mala madre”, sino la persecución judicial que recayó únicamente sobre ella, sin siquiera preguntarse por el padre ausente de los hijos, Alias Parejas. Eso, sumado a que ya no tiene a sus pequeños hijos.

“Ese día ni siquiera dejaron que vaya al velatorio de mis hijitos. Me llevaron detenida y después recién en el cementerio me llevaron con varios custodios y chaleco antibala, esposada. Antes de eso me dieron una pastilla, ‘para que me calme’,”, señaló la madre a este medio, después de brindar una conferencia de prensa en donde denunció que ni siquiera había sido notificada oficialmente del inicio del juicio en su contra.

La mujer indicó que se enteró por una nota difundida en El Tribuno, donde se anuncia que el año que viene será el juicio. Fuentes del poder judicial informaron a Cuarto Poder que efectivamente está previsto el inicio de las audiencias para los días 3, 4, 5 y 6 de febrero de 2025.

“Apenas producida la tragedia, Yolanda fue detenida y sufrió los vicios de una causa amañada por parte de la Justicia, que nunca investigó las verdaderas razones del incendio. Por el contrario, estuvo siempre empeñada en condenarla con el propósito de limpiar de responsabilidades al gobierno, el Estado y el poder político, responsables del cuadro de la desocupación, de miseria social y de precariedad a la que arrojan a cientos de miles de familias en la provincia.”. señalaron en un comunicado para pedir por la absolución de Yolanda.

Constantes rechazos de sobreseimiento

Luego de la perdida de sus pequeños, de estar detenida y haber logrado a partir de diferentes movilizaciones su liberación, sin embargo, la justicia no dejó de desestimar su culpabilidad.

El juez Federico Oyarzú rechazó a meses de lo sucedido el pedido de sobreseimiento de Yolanda Vargas. Este pedido de sobreseimiento fue presentado en dos oportunidades.

Durante 23 días Yolanda estuvo detenida en Orán y fue la movilización en distintos puntos de la provincia la que le dio la libertad. Luego años y sin ninguna prueba firme que la responsabilice por el incendio, tanto la fiscal Carreras como el juez Oyarzú la mantienen imputada para llevarla a juicio.

“No entiendo porque se ensañaron tanto conmigo”, señaló la joven al referirse a la causa en contra. En un primer momento, su abogado defensor fue Pablo Cardozo Cisneros, recientemente imputado por encubrimiento agravado, por sus acciones cuando era defensor de Brian Palavecino, en el marco de la investigación del millonario robo a la empresa Abra del Sol.

Su defensor ahora el abogado Luciano Camaño, quien al respecto mencionó: “Por el momento la acusación fiscal es una inconsistencia total, no reúne ningún requisito del delito imputado”.

Una madre que busca justicia

La vida de Yolanda Vargas desde aquel fatídico día no volvió a ser la misma, aunque según afirma hasta el momento sigue realizando las mismas labores que hacía en aquel momento para poder mantener a sus hijos: “Muchas personas decían que yo no cuidaba a mis hijos, pero ese día yo había salido a comprar, la noche anterior había llovido un montón. Yo ya le había comprado el delantal y los útiles para que los dos comiencen la escuela”, describió la madre.

Desde aquel entonces hasta hoy Yolanda limpia casas, cocina y vende empanadas, atiende negocios y realiza venta de elementos varios en la vía pública para poder mantenerse, como una de las tantas mujeres de esta provincia sumida en el trabajo informal y precario.

Sobre el padre de sus hijos, el gran ausente, Yolanda asegura que si bien tenían la custodia compartida de los pequeños, el padre ni siquiera les pasaba la cuota alimentaria. Después de lo sucedido no volvió a tener noticias de él. Aunque sí le queda el recuerdo que ese día a él si lo dejaron estar presente en el funeral de sus hijos. Disparidades que la justicia continúa sin ver.

En 2021 cuando Yolanda fue detenida tras lo ocurrido, organizaciones de izquierda entre ellas el Polo obrero junto a movimientos de mujeres de la provincia, realizaron diferentes comunicados y movilizaciones para pedir su inmediata absolución en la causa. Entendían como mujeres que responsabilizar a una madre que perdió a sus hijos en una tragedia, que vivía en una casilla de madera, “a la que pintaban todo el tiempo con aceite”, que trabajaba en la precariedad por no contar con acceso a un trabajo digno, a una vivienda digna, aquellos que se establecen como derechos humanos fundamentales, era no entender el problema que lleva a que muchas mujeres tengan que sobrepasar las vicisitudes de hogares monoparentales sin posibilidades incluso de acceder a otras oportunidades para su vida.