Con la excusa de asistir al acto homenaje por la Batalla de Salta con una modesta comitiva de funcionarios y diputados nacionales, la vicepresidenta Victoria Villarroel visitó la ciudad.

POR JOSÉ VERONELLI

Los gobernantes en Argentina no siempre fueron cipayos, hubo grandes patriotas y épicas batallas que nos llevaron a conquistar nuestra soberanía. Pero eso es historia, pues hoy preside un señor que se emociona con la idea de desaparecer el peso argentino y adoptar el dólar estadounidense como moneda oficial de la República Argentina.
En el marco del plan político económico de Milei–Macri–Caputo se proyectan medidas profundamente lesivas para el pueblo argentino. La privatización en esta época significa venderlo todo a los capitales extranjeros como BlackRock, Templeton y magnates como Musk y Besos, solo por mencionar algunos. La liberalización de la economía no es nueva para nada, más cada vez que se ha ejecutado, ha significado un mazazo al poder adquisitivo de todos los trabajadores. Por si fuera poco, el ajuste fiscal viene recargado con novedades como eliminación de los remedios oncológicos y desaparición del presupuesto de toda dependencia del Estado que represente una posible oportunidad de negocio.

La vicepresidenta Victoria Villarroel junto al ministro del interior Guillermo Francos estuvieron por Salta con la excusa de asistir al acto homenaje por la Batalla de Salta, hito de la defensa de la Patria allá por 1813. Una contradicción en toda ley con las últimas medidas del ejecutivo nacional, que por ejemplo, firmó hace poco una dudosa sesión de derechos sobre el Río de la Plata que dejará como saldo “positivo” para ellos, el ahorro de la inversión en infraestructura.

Por otra parte, la otra mitad de la biblioteca económica diría que es una profunda pérdida de patrimonio y soberanía que solo los años demostrarán cuánto se pudo haber recaudado del comercio resultante a partir de tales gestiones.

En línea con la estrategia de comunicación en Buenos Aires, las reuniones importantes se dan a puertas cerradas, sin fotos ni letra oficial. Se hicieron públicas algunas fotos de la reunión entre gobernadores del norte y Francos, dónde acordaban una agenda común para reclamar recursos a nación y establecer un bloque en el norte que sostenga los mismos puntos.

También formaron parte de las reuniones de negociación en vistas a las próximas sesiones en las cámaras los diputados de Ahora Patria Zapata, Orozco y Moreno. La agenda es innegociable, los votos más o menos. El corazón de la negociación está en la posibilidad de aprobar las facultades extraordinarias versus la confirmación del envío de recursos para que Salta “funcione” hasta fin de año.

Las negociaciones por el DNU, la Ley Ómnibus y futuros paquetes de leyes están al rojo vivo, ajustando puntos y comas para evitar el fracaso en Diputados y resistir la diferencia en contra que palpita en el Senado.
Las reuniones se desarrollaron durante todo el 19 y 20 de febrero, y el centro de todas las discusiones fue el dinero. Todas las provincias están obligadas a negociar con Nación por los fondos que religiosamente se les giraba cada mes, dejando de lado las discusiones de quien genera la riqueza y cómo se distribuye, hay que detenerse en la cuestión política.

Nunca antes un presidente utilizó tan ferozmente la billetera para domesticar a los ajenos y a los propios. La discusión de la coparticipación y los juicios que cada provincia tiene contra nación están en el tablero, ya solo resta ver quien gana la segunda ronda, teniendo en cuenta que la primera se la ganaron las provincias al desarmar la Ley Ómnibus.

Quizás las discusiones sobre la Ley bajaron de todo, y hasta dejaron de ser un tema de la agenda pública de los medios hegemónicos, pero no es algo que Milei haya decidido. De hecho, la postura es no dar ni un solo paso atrás, por lo que tarde o temprano las negociaciones se van a cerrar y en el mejor de los casos las provincias van a conseguir los fondos a cambio de aportar los votos de sus diputados, cualquiera sea su línea política.
Basta con ver cómo votaron los diputados de Salta para entender que la política partidaria no alcanza a comprender y explicar el funcionamiento de la política nacional. Aquí es donde toma protagonismo la vicepresidenta de extrema derecha Victoria Villaroel, quien promete todos los recursos que sean necesarios para los aliados del gobierno en Diputados y el Senado.

Aunque puertas afuera se diga que la Ley va a salir tarde o temprano, la realidad es que Milei necesita urgente la puesta en marcha de tal instrumento para darle la señal que necesita el FMI. Sumado a esto, en diferentes medios de comunicación el Ministro de Economía de la Provincia de Salta, CPN Roberto Dib Ashur declaró que el faltante que deja la retirada de nación oscila entre 7 y 17 mil millones de pesos. Dinero que una provincia como Salta no genera, y que obliga a la gestión a pensar nuevas formas de financiar el funcionamiento de todo el aparato estatal.

Éramos pocos

Por si fuera poco, Milei está rematando las provincias, y Elon Musk ya puso el ojo en Salta y su litio. No es muy difícil pensar que se están juntando el hambre y las ganas de comer. La vieja propuesta de las PPP (Propuestas de infraestructura de participación Público Privadas) viene a abrirle las puertas a inversores como el dueño de Tesla Motors, X, Space, y otras mega tecnológicas, todas muy interesadas en los minerales y commodities que tiene nuestra provincia.

La discusión por las regalías que deja el sector minero pasaron a la historia y la lucha por la soberanía energética paso a ser un recuerdo. En cambio, la tendencia en 2024 es la posibilidad de consolidar inversiones de las grandes multinacionales que permitan a las provincias sostener sus territorios sin tanta malaria. Marzo y abril serán meses claves para el gobierno de Milei y Sáenz, ya que la apertura del período ordinario deberá traerles celeridad en los procesos legislativos y un músculo más tonificado en la capacidad de sacar las leyes que necesitan para cumplir con el ajuste, y tal vez alcanzar el objetivo último, la dolarización.