A falta de noticias más relevantes que informar, en los medios locales se debate sobre la escasez de bolsas plásticas en los supermecados. Para no desentonar, nosotros también lo hacemos.

La semana pasada desde la Municipalidad se anunciaba que a partir del 1 de julio en todos los supermercados de la ciudad de Salta se volverían a entregar bolsas plásticas, diferenciadas en dos colores: verdes y negras, unas para residuos reciclables y otra para orgánicos.

Primero El Tribuno, al día siguiente del supuesto retorno de la bolsa, realizaba un informe de seguimiento en distintos comercios locales: “En una cadena de supermercados, que tiene sucursales en varios puntos de la ciudad, no se mostraban las bolsas en las cajas y si los clientes solicitaban que se les entregara las mismas, la empresa arbitrariamente imponía el límite de dos bolsas por cada comprador, una color verde (residuos reciclables) y una color negra (residuos húmedos). Lo contradictorio de esta acción es que la ordenanza en ningún punto habla de límite de bolsas por cada una de las compras”, informaba el diario.

Hoy el portal de noticias web de color celeste continúa la saga y recicla, cual bolsa, la información elaborada por el diario de zona sur, y agrega: “a partir de un relevamiento realizado por InformateSalta, algunos supermercados volvieron a poner las bolsas pero no las que indica la norma IRAM y sólo si eran pedidas, mientras que en otros directamente no las volvieron a entregar” para luego escrachar: “El caso de Jumbo y Vea sólo entregaban las bolsas cuando eran pedidas por los clientes en la caja o en la mesa de informes. Además, las mismas no cumplían con los colores: negro o verde y aparentemente tampoco con las características especiales para ser considerada como ‘normalizada’. En tanto, en el hipermercado Libertad y Damesco directamente no entregaron la bolsa al cliente al realizar su compra”.

En ambos sitios web instan a la municipalidad de Salta a tomar medidas en el asunto, luego de que hace poco se aprobara la ordenanza 15.222.

La pregunta que todos y todas nos hacemos: ¿Dónde está la bolsa, Gustavo, dónde?