Fueron las palabras de la madre de Diego Quiroga, a un año de que su hijo falleciera luego de días de agonía por los 9 disparos realizados por el cabo Hugo Vilte Cardozo luego de una discusión en un quiosco del Barrio Círculo III.
Dentro de pocos días se cumplirá un año del fallecimiento de Quiroga, en un suceso bastante extraño que en primera instancia intentó ser tergiversado por la misma policía, quienes informaron mal el nombre de la víctima y el número de disparos alojados en su cuerpo, se informó que fueron 4 tiros, luego se comprobó que a esos 4 había que sumarle otros 5 luego de que el cabo reconociera el hecho. La víctima sufrió los impactos de una pistola Bersa, calibre 9 mm, cuando se encontraba en la puerta de un quiosco ubicado en la vera de la ruta provincial 26, a la entrada del barrio El Círculo III, en la zona sudeste de esta capital.
Quiroga era padre y único sostén de 5 niños, los cuales ya habían sufrido la muerte de su madre un tiempo antes de que el extraño episodio que nunca fue esclarecido, terminara con la vida de su padre. Las versiones fueron distintas, desde una disputa pasional hasta una gresca que ya tenía tiempo y terminó con ese desenlace trágico. Lo que se informó en ese momento fue que el uniformado estaba discutiendo con un quiosquero y que Quiroga se acercó. Ahí fue cuando el cabo le disparó nueve veces. «El volvía de la casa de un amigo y paró en el kiosco a comprar alimentos, vio que el quiosquero estaba discutiendo con el cabo, se acercó a calmarlos, pero el policía lo tiroteó y lo dejó tirado”, dijeron los testigos del hecho.
Ahora la madre de Quiroga, integrante de la Comisión de Familiares contra la Impunidad, Lidia Fuentes, se manifestó en relación a lo sucedido: «Mi lucha va a ser mientras me corra sangre por las venas, voy a luchar por todo el maltrato que hace la policía. El domingo se cumple un año de la muerte de Diego, el balance es que estoy arrastrando una cadena de amargura». Además agregó: «El abogado del policía dijo que no está bien psicológicamente pero el policía y asesino de mi hijo está preso y dijo que no sabía porque le había disparado a mi hijo, que no lo conocía».
En espera de un futuro en el que la policía deje de apelar al uso de las armas en situaciones que no lo ameritan (en este punto cabe reflexionar qué situación amerita el uso de armas, tal vez ninguna), esta mujer que es una más de las que sufrieron el deceso de un ser querido por gatillo fácil sentenció: “Voy a seguir pidiendo justicia mientras viva porque no quiero que haya otro Diego Quiroga”.