Detrás del relanzamiento del Consejo Provincial del Partido Justicialista, presentando la “Escuela de Formación Cultural y Liderazgo Político” que promete arrancar con sus propuestas en agosto del corriente año, hay una rosca en miras del 2025.

El Señor X

El vice del PJ, Gastón Galíndez, anunció por redes sociales cursos, formaciones y capacitaciones en las ideas fundantes del peronismo; el pre-peronismo -lo que llevó a desarrollar una obra de gobierno-, un repaso por bibliografía justicialista olvidada, desde el manual de conducción política hasta el último de los discursos, el 12 de junio de 1974; y como materia final, una economía peronista “para el desarrollo con industria nacional, con economías regionales y una mirada hacia la política exterior”.

Hay un espíritu vagando por las calles de Salta, tal vez es el espíritu del peronismo que se perdió hace ya un buen tiempo. Es que la orden tanto del romerato como del saencismo es resucitar el partido y ponerlo a andar como la próxima gran máquina electoral para las elecciones legislativas del 2025.

El mariscal

Si bien Galindez es el elegido para la tarea, este afirmó que es una labor de todos y que “tiene que ver con el momento, donde se está perdiendo la batalla cultural, donde hay un gobierno nacional que impone un modelo egoísta, muy poco solidario (…) creo que es momento de volver a Perón, a esos valores como la familia, la sociedad y la igualdad”.

En Galindez hay más de progre que de peronista, basta con mirar sus redes y las políticas que lleva a cabo desde su aparición en el escenario salteño hace ya más de una década. En este último tiempo fue bendecido por Gustavo Sáenz y Esteban Amat para liderar la construcción del peronismo salteño, así como también de la Juventud Peronista.

Una juventud no tan joven ni tan peronista que está más preocupada por ajustarse a la agenda actual y a las lógicas de redes sociales que a conocer los barrios y los problemas de su nicho político. No es de extrañar cómo el libertarismo ha conquistado a tantos jóvenes, si la agenda joven del peronismo está vacía desde hace años.

Ante la prensa Galindez y otros dirigentes afirmaron que no existe acercamiento de la LLA con partidos justicialistas provinciales, y fue tajante “con nosotros que no cuenten”. Pero días después, este 9 de julio a la madrugada, Sáenz firma el “Pacto de Mayo”.

Apuntando contra el sojero, desde la dirigencia peronista local afirmaron que vienen trabajando con el “Tuti” Amat y el Consejo y los rezagados de la ya extinta CAP. Entre las críticas para diferenciarse de los libertarios el “justicialismo” marca como designan a dedo a sus referentes en el espacio de Olmedo, son todos referentes que se designan a dedo, como si La Municipalidad, Las cámaras y Grand Bourg no estuvieran llenos de “militantes peronistas”.

Los kioscos

Durante el encuentro dejaron circular más de una crítica sobre el legado que dejó Urtubey, sentenciando al Juanma como el culpable de haber vaciado el partido y fomentado la creación de partidos vecinales y locales que funcionan como “kioscos”, haciendo de la política partidaria una cuestión menor, algo que también Urtubey logró con el Radicalismo, absorbiendo cuadros políticos y armando Movimientos como el FP o incluso en la misma izquierda.

El padre de la criatura no se hace cargo y fustiga contra el romerato ante las acusaciones. Fue así como Pablo Kosiner salió al cruce y defendió la gestión de Juan Urtubey contra el saencismo y el menguado libertarismo que representa el hijo Mayor del ex gobernador.

Basta mirar las últimas elecciones 2019, 2021 y 2023 para entender cómo el actual gobierno provincial entendió los movimientos políticos y construyó consensos a diestra y siniestra. Dejando declaraciones épicas como la de la congresal de Rosario de Lerma que afirmaba que el pueblo salteño tenía para elegir un peronismo de derecha y uno de izquierda.

Los kioscos también sirvieron para que punteros y dirigentes logren arañar cargos en el Estado provincial y “construir” desde allí espacio de poder. La interna inminente en el PV será una muestra de cómo estos ejemplares de la política salteña juegan fichas en todos los partidos ya sea para romper o para comer.

El pedido de los jefes políticos de la provincia es claro, hay que volver a las bases, en un acto de peronismo explícito se pidió a viva voz la reconstrucción del peronismo de doctrina y por ende la resucitación de Unidades Básicas y de la mística peronista.

Tanto los diputados nacionales, como dirigentes más cercanos a Sáenz piden que vuelva el peronismo a las calles, pero algunos lo pretenden usar para conquistar votos distraídos y arrastrar así a más de un peronista trasnochado hasta las fauces de LLA.

Las contradicciones no tardarán en llegar cuando hacia mediados del 2025 los férreos defensores del decálogo peronista o de las verdades y toda su doctrina empiecen a forzar las palabras del General e intentar acaparar votos para una próxima victoria libertaria en Salta.

La disputa sube de tono cuando el objetivo es quitarle la caja nacional a Alfredo Olmedo y compañía y ponerla a disposición de los actuales gobiernos locales. Allí se verá la cintura política de los dirigentes de turno que reivindicando a Perón irán a las cámaras nacionales y provinciales a votarle las leyes que pida Milei.