En el PJ creen que en las elecciones legislativas bonaerenses del año que viene se define el escenario 2019. Por ello aspiran a realizar una gran interna que incluya a Sergio Massa y Florencio Randazzo.
Ya normalizada la situación institucional del PJ, el peronismo mira hacia adelante con el objetivo de recuperar el poder en 2019. Pero ese camino tiene una escala clave en las elecciones de medio término, particularmente en la provincia de Buenos Aires. Bajo esta hipótesis, la nueva conducción partidaria comenzó a trabajar para volver a incluir bajo el paraguas justicialista a dos figuras de peso específico en ese distrito, con pasado peronista y que hoy en día hacen política por afuera de ese espacio: el diputado Sergio Massa y el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo.
“Me gustaría ver a todos los peronistas participando de una gran interna. Quiero adentro a todos los que tengan pensamiento justicialista y trabajando juntos para que el próximo presidente de la Nación sea alguien de nuestra fuerza”, dijo el flamante presidente del PJ, José Luis Gioja, mostrando las cartas. En las últimas semanas, en sendas reuniones, el diputado sanjuanino les había transmitido la invitación personalmente a los dos, y los canales de diálogo, que nunca estuvieron cortados, hoy son más y más frecuentes que nunca desde diciembre.
La lectura que prima en el PJ es que “en las elecciones legislativas bonaerenses se define el escenario en el que se va a elegir el próximo presidente” y que eso “no solo pasa por los resultados” sino “también habrá que prestarle atención a cómo se configura el mapa político” de cara a las PASO. Por eso creen que una gran interna justicialista en agosto del año que viene, donde se resuelvan, hacia adentro, las diferencias, dejaría al partido bien parado para ser más competitivo dos años más tarde, más allá de lo que pase en octubre.
Todavía no hubo una respuesta de los dos dirigentes al convite de Gioja. En el caso de Massa, hoy por hoy su prioridad es fortalecer el Frente Renovador, para evitar fugas hacia el peronismo y también hacia el PRO, que también tiene un déficit de dirigentes electoralmente competitivos en territorio bonaerense y ya está tentando a algunos dirigentes de ese espacio para que peguen el salto. “El proyecto de Massa es ser presidente. Y eso hoy parece mucho más factible por afuera del PJ que en una interna en la que jugaría de visitante”, analizan en su entorno. Sin embargo el tigrense es especialista en no cerrar del todo ninguna puerta.
Por su parte, Randazzo sigue cumpliendo a rajatabla el voto de silencio en el que se embarcó después de renunciar a la precandidatura presidencial del Frente para la Victoria y rechazar el ofrecimiento a correr por la gobernación. En las últimas semanas levanto levemente el perfil, haciendo algunas recorridas por la provincia y compartiendo una serie de reuniones políticas con figuras de distintos partidos. “Florencio tiene muy buena imagen positiva y le ofrecieron candidaturas de todos los colores para el año que viene. Todavía no decidió si va a jugar, ni siquiera. El no está apurado, así que van a tener que esperarlo”, explica un dirigente que lo conoce de cerca desde hace años.
Es cierto que todavía hay heridas abiertas: dentro del PJ, algunos intendentes se resisten a abrirle nuevamente la puerta a Massa, que les causó el año pasado serios problemas en sus distritos con el Frente Renovador. Hay también dirigentes que aún no le perdonan a Randazzo el tono que tuvo su campaña contra Daniel Scioli y su rechazo a ser candidato a gobernador de la provincia, y le adjudican responsabilidad en la derrota electoral del año pasado. “El peronismo no es una escuela de señoritas: hemos tenido internas muy duras, pero después nos ordenamos y seguimos al ganador”, suele decir Gioja cuando se lo consulta al respecto, relativizando la resistencia que podrían recibir los hijos pródigos a su regreso.
El operativo reunificación también apunta a juntar el bloque de diputados del PJ-FpV con los díscolos que partieron la bancada en el verano. Por ahora, los referentes del Bloque Justicialista descartan la movida, porque no se consideran representados por la actual conducción parlamentaria del peronismo, en manos de Héctor Recalde. Más difícil, pero no por eso fuera del radar, es la incorporación al boque de senadores que conduce Miguel Pichetto de los “peronistas disidentes”. Las charlas con puntanos, pampeanos y cordobeses están en marcha.
Mientras tanto, el martes que viene a las siete de la tarde en la sede nacional del PJ será la primera reunión del Consejo Nacional Justicialista desde que Gioja asumió como presidente. En el encuentro se discutirán los pasos a seguir aunque no se esperan mayores novedades. La más importante, acaso, será que el quincho de la calle Matheu ya no estará adornado por los retratos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que fueron retirados del lugar hace pocos días.
Fuente: Página 12