Cristina Fernández de Kirchner recibió en su casa a la ex presidenta de Brasil. Según contaron luego, fue “un entrañable encuentro”. Coincidieron en la apreciación de que se usa el “aparato judicial como arma para destruir a la política y a los líderes opositores”.
La senadora Cristina Kirchner recibió ayer en su casa a la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. “Un entrañable encuentro”, lo calificó CFK, quien recibió la “solidaridad” de la brasileña ante el pedido de detención y desafuero por la firma de Memorándum con Irán. La propia CFK contó que en la charla que mantuvieron en su departamento ubicado en el porteño barrio de Recoleta analizaron la coyuntura de ambos países, donde los dirigentes opositores son “perseguidos” con procesos judiciales que apuntan a “ocultar el desastre económico” puesto en marcha por los gobiernos de Michele Temer y Mauricio Macri.
Dilma llegó a las 15, acompañada por su secretario y la charla con CFK fue a solas. “Conversamos sobre la realidad que se está imponiendo en nuestros países” y, particularmente, del proceso mundialmente conocido como “Lawfare”, comentó Cristina. Esta operatoria, explicó, “consiste en la utilización del aparato judicial como arma para destruir a la política y a los líderes opositores”.
Quienes vieron de soslayo algunos tramos de la charla describieron el tono del encuentro como “una reunión de viejas amigas” que “intercambiaron experiencias” sobre el punto en común entre ambas: la “persecución no solo contra dirigentes políticos sino también contra empresarios”.
Además, coincidieron en que en esto “nada tiene que ver la lucha contra la corrupción” que pregonan los funcionarios de gobierno y se comprometieron a seguir juntas las eventualidades de lo que ocurra.
CFK y Dilma coincidieron en publicar fotos de su encuentro en sus cuentas en las redes sociales. En las imágenes se las ve en el living de la vivienda porteña de la senadora.
CFK obtuvo hace poco más de un mes 3,5 millones de votos y ahora debe enfrentar el pedido de desafuero que ingresó el jueves al Senado y que acompañó su procesamiento con prisión preventiva por presunta traición a la patria por haber firmado el Memorándum con Irán.
El mismo día en que se hicieron esos pedidos contra la senadora electa también fue detenido durante la madrugada su ex secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Corrieron la misma suerte el entonces canciller Héctor Timerman, además de otros dirigentes vinculados al kirchnerismo.
“Solidaridad con la querida amiga Cristina”, tuiteó Dilma minutos más tarde, junto con una fotografía del encuentro. Ayer, Rousseff participó en Buenos Aires de un congreso sobre sociología organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), en el que también estuvieron el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica y el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
CFK, por su parte, contó que durante la charla sobrevoló la cuestión del andamiaje de denuncias que los poderes Ejecutivo y Judicial ponen en marcha para dejar afuera de la arena política a los principales dirigentes opositores.
Se trata de “una matriz que tiene otra pata fundamental en los medios de comunicación, una instancia central en esta estrategia de persecución”, definió Cristina. “El objetivo -agregó- es el mismo en Brasil y acá: ocultar el desastre económico que están llevando a cabo los gobiernos neoliberales en la región.”
Fuente: Página 12