Hoy el senado decidirá sobre los pliegos de los dos candidatos a cubrir las vacantes en la Corte de Justicia de la Nación, propuestos por el Poder Ejecutivo. De ser aprobados, el máximo tribunal quedará integrado por cuatro hombres y sólo una mujer, tal como ocurre en Salta. 

Al igual que en Salta, la Corte Suprema de Justicia de la Nación quedará según lo previsto integrada por una sola mujer.

«Mujeres a la Corte» y «Más Mujeres, Más Justicia» son las consignas de las campañas en redes sociales que llevan adelante, por un lado, Aministía Internacional y el Equipo Latinoamericano de Género y Justicia (ELA), y por otro, la Asociación de Mujeres Jueces (AMJA).

En una sociedad femenizada, donde las mujeres presentes en espacios laborales privados y públicos ya son el 56% de las integrantes del Poder Judicial, es inusual el debate para recordar que ellas deben estar en cargos jerárquicos.

«No sólo eso, también se trata de cumplir con la Constitución y los tratados internacionales firmados por Argentina, donde está explícito que la presencia de mujeres mejora la justicia y la sociedad», dijo a Télam la jueza Claudia Caputi, de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Administrativo y Federal.

La magistrada integra AMJA «desde donde seguimos impulsando la campaña ‘Más Mujeres, Más Justicia’, en cada acción que realizamos», señaló.

Además, el decreto presidencial 222 del 2003, establece en su artículo 3 que en el procedimiento de designación de candidaturas a la Corte se debe respetar la diversidad de género.

Se trata de cumplir con la Constitución y los tratados internacionales firmados por Argentina, donde está explícito que la presencia de mujeres mejora la justicia.

Otro aporte para entender el panorama lo brinda el Mapa de Género en la Justicia 2015, elaborado por la Oficina de la Mujer de la Corte, que develó que «es visible la disminución de la participación de las mujeres a medida que aumenta la jerarquía escalafonaria»; los datos duros indicaron que hay un 37,5% de juezas y que las camaristas sólo son el 25%.

La equidad está ahora en debate en el Senado, que decidirá sobre los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, candidatos del Ejecutivo a cubrir las vacantes en la Corte. De ser aprobados, el máximo tribunal quedará integrado por cuatro hombres y sólo una mujer.

«La paridad en la integración de la Corte es necesaria para garantizar y promover la perspectiva de género en la justicia en todos sus niveles», aseveró Laura Durán, de Amnistía.

En su campaña, la organización internacional recordó que a partir de los nombramientos de las últimas mujeres en la Corte -la fallecida Carmen Argibay y la actual integrante, Elena Highton de Nolasco- se crearon la Oficina de la Mujer y la de Violencia Doméstica.

Ambos organismos «significaron pasos fundamentales para documentar la situación estructural de discriminación de género y de promover formas de revertirlo», señaló Durán.

En el mismo sentido van los fundamentos de los 11 proyectos parlamentarios en discusión en el Senado que proponen reformar la estructura de la Corte en cuanto a cantidad de integrantes y requisitos de aspirantes.

Dos de ellos, uno firmado por Magdalena Odarda (Coalición Cívica) y otro por Graciela Boyadjián (Movimiento Popular Fueguino), se detienen específicamente en la conformación igualitaria de género.

Otros, de autoría de los integrantes del bloque del FPV Marcelo Fuentes, Juan Manuel Abal Medina, Sandra Giménez, María Laura Leguizamón, Nancy González, Inés Blas, Daniel Pérsico, propician también la equidad.

Lo mismo ocurre con las iniciativas de Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) y de Ángel Rozas (UCR-Cambiemos).

La Corte «no podrá integrarse por más de cuatro jueces del mismo género», propuso Abal Medina.

Una Corte Suprema «con no más de cinco integrantes del mismo género, de nueve integrantes», es el aporte de Rodriguez Saa, que resaltó que «la sola presencia de un miembro de un género distinto al del resto de los jueces no resulta suficiente. No caben dudas que urge enmendar la desigualdad de género existente en la integración de la Corte».

Para Rozas, el número de jueces del mismo sexo «nunca podrá superar en más de uno a los jueces del otro sexo», a la vez que resaltó «el espíritu pionero que ha tenido nuestro país en materia de legislación que impulsa políticas públicas para el avance de los derechos de las mujeres en los espacios de decisión».

Fuentes, en tanto, no sólo pidió «respeto de la equidad de género sino que además se debe reflejar en su integración diversidad de especialidad».

Para la jueza Caputi «no se está cumpliendo con la igualdad, a la que vamos a llegar si tenemos una perspectiva de género que nos da una visión realista que perciba cuales son los estereotipos culturales que impiden cambiar la sociedad, la que será mejor, con equidad».