Lejos quedó el 4 de julio como fecha de las próximas elecciones provinciales. Los salteños somos tan poco memoriosos que ya nadie se acuerda que estaban programadas para ese día tan yanqui. Una elección poco feliz, la del día, no la elección propiamente dicha, aunque a estas alturas ya no podríamos asegurarlo…

La presentación de las listas ya fue caótica, no sólo por el trastorno que conlleva el día previo donde todos enloquecen por formar parte de esas listas, sino más que nada, por las desprolijidades que cada sector cometió, sin ponerse colorados.  Fue una ensalada rusa lo que quedó conformado. El argumento de que ya no se votan partidos ni escudos políticos sino personas, ya quedó chico. Ahora ya ni eso, ahora se votan personas que nada tienen que ver entre sí, y que en otro momento ni por todo el oro del mundo se habrían juntado. Quizás es el efecto de la pandemia o quizás es incoherencia política nomas, o una  sed desmedida por quedarse con el poder.

Es así que cuando el Gobernador Gustavo Sáenz vio las listas tuvo un “ataque de caspa” y deseó que algo ajeno a su voluntad los obligue a traspasar la fecha. Y eso fue lo que pasó.

Las elecciones se pospusieron para el 15 de agosto y algunas listas prefirieron reacomodar sus candidatos. El primer caso fue el de la actual Concejal Candela Correa que sacó a su pareja y/o “consorte” del segundo lugar y lo coloco en cuarto puesto. Como para amortizar la candidatura de su hermana y su cuñado. El dicho de «lo primero es la familia», aplica en política pero no debería.

En el armado de las listas la mano saencista estuvo muy presente, pero en todas. La transversalidad al palo…

Por ejemplo, el suplente del candidato a senador por el Frente Unidos por Salta, Emiliano Durand Cornejo es el saencista Gustavo Carrizo, titular del IPV. La suplente del senador por Gana Salta, Matias “acelga” Posadas, es la saencista Socorrooo Villamayor.

La lista de PAIS, un partido netamente saencista cuenta con una lista de funcionarios.

Por otra parte, llama la atención la aparición de ex funcionarios urtubeicistas como Roberto Robino, Lorena Sowa, Fernando Echazu y Pamela Calletti, que ya dejó en claro que esta del lado que más le convenga, siendo en este momento ladera de “Titere malo”  Outes.

También llama la atención la aparición de figuras que no actúan en política, los medicos Marcelo Nallar y María Lapasset, como también el abogado Fernando Lardies y la ingeniera Marianella Ibarra, pero más llama la atención la aparición de apellidos poco conocidos en política, es el caso de Serena Mallozzi y Óscar Valenzuela Giantomasi.

Habrá que ver si el montón de funcionarios provinciales que encabezan listas, empezando por el vicegobernador, el secretario general de la gobernación, el ministro de gobierno, todos los secretarios y directores, del IPV, y funcionarios de distinto rango, renuncian por ética o si pasa, pasa. El vice ya dijo que es cuestión de cada uno. Así que seguramente ninguno tendrá un arranque ético muy importante. Ya se verá… falta un mes para saberlo.