Tras las elecciones del 14 de mayo, la gestión de Bettina Romero prácticamente abandonó la ciudad. Aun se realizan inspecciones, análisis y conversaciones para evaluar la magnitud de la herencia que dejó la exintendente en materia de obra pública, que no dista en sus características, al desastre encontrado en las distintas áreas municipales.
Numerosas obras con financiamiento nacional, provincial y municipal se encuentran paralizadas o avanzan a un ritmo lento, representando uno de los mayores desafíos para la nueva administración. La falta de inversión en el equipamiento municipal durante la gestión de Bettina Romero con el fin de beneficiar a empresas amigas que se hacían cargo de obras tercerizadas, resalta como una barrera para la ejecución eficiente.
La actual gestión señala sobre esto, que intentarán regresar a las obras realizadas por administración, ejecutadas con el equipo y la mano de obra municipales. Destacando que pese a contar con personal calificado, no hay ni herramientas, ni movilidad en condiciones óptimas. De hecho el propio intendente Emiliano Durand un día antes de asumir visitó el sector de la Planta Hormigonera y se dio con un panorama desolador.
La Dirección de Obras Públicas del municipio informó que actualmente hay proyectos en ejecución que cuentan con financiamiento, pero lamentablemente no han alcanzado su conclusión. Asimismo, se observó una serie de proyectos que se encuentran en estado de paralización o que avanzan a un ritmo considerablemente lento.
El ingeniero Sergio Zorpudes, a cargo de la Secretaría, resalta que actualmente están llevando a cabo una exhaustiva revisión, analizando cada pliego y contrato de manera minuciosa. Además, están entablando diálogos directos con las empresas responsables de los proyectos en curso. El propósito de este proceso es determinar la viabilidad de concluir aquellas obras que aún no han sido finalizadas. Al mismo tiempo, se está evaluando la capacidad financiera del municipio para hacer frente a proyectos de considerable magnitud, como el canal de la Yrigoyen y la Paludica, los cuales implican montos significativos.
Señaló que mientras esto ocurre se centrarán en los barrios con menor infraestructura y desde allí se dirigirán hacia el centro con acciones como la reconstrucción de calzadas mediante bacheo, supervisión de aperturas privadas y de empresas estatales como Agua del Norte, proyectos en la vía pública de saneamiento, o trabajos de sellado de juntas.
Respecto a la deuda heredada, el funcionario indicó que están evaluando la situación, que se estima en casi 5.000 millones de pesos, abarcando los contratos y deudas con empresas como Agrotécnica Fueguina, que ha paralizado obras debido a falta de pago. También se está revisando la irregular situación de las obras de Plaza 9 de Julio, con modificaciones no documentados en la contratación original.