El gobernador de Santiago del Estero, quien cobró notoriedad por estos días tras la denuncia a la corte de justicia, es señalado como parte de una red de corrupción y criminalidad.

 

Un duro informe de la consultora extranjera IBI, del que se hace eco el diario La Nación, vincula al gobierno de Santiago del Estero con las redes de narcotráfico en el país. La fuerte denuncia se da en el medio de la disputa entre el gobierno nacional y la Corte de Justicia, que tiene a Gerardo Zamora como uno de sus principales voceros.

El 30 de noviembre pasado, el especialista Douglas Farah, titular de la consultora IBI, publicó un informe titulado “Un caso de estudio de la convergencia criminal internacional: Santiago del Estero, Argentina”. Farah analiza desde hace más de veinte años problemas de seguridad internacional en América latina. Su instituto presta servicios al Banco Mundial, el FMI, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el Departamento de Defensa, la DEA y la OEA entre otras instituciones. A menudo Farah suele ser requerido como testigo por el Congreso norteamericano sobre temas de su especialidad.

En su informe sobre Santiago del Estero este consultor afirma que esa provincia “es el epicentro donde convergen muchas redes criminales y de corrupción, tocando al gobernador, su familia, la familia de su esposa y a la poderosa vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”. Farah explica que el comercio de la droga, sobre todo de la cocaína, se está reorientando y va desde Perú y Bolivia hacia la Argentina, Chile y Uruguay, en busca del rentable mercado europeo.

Santiago del Estero sería un nudo central de ese comercio por el cual la cocaína baja por la ruta 34, para ser enviada hacia los puertos de Chile y el Atlántico. Una de las condiciones que convierten a Santiago, según Farah, en un “portaviones del narcotráfico”, es el sometimiento absoluto del poder judicial y un dominio muy extendido sobre los medios. Esa maquinaria protege a los propios y persigue a los críticos. La utopía kirchnerista.

El autor atestigua que durante una visita a la provincia, advirtió un movimiento inusitado de dinero en efectivo que alimenta una de las estructuras políticas más sofisticadas del país. La que controlan Zamora y su esposa, Claudia Ledesma Abdala, quienes han gobernado la provincia desde 2005.

Farah señala que Santiago también es la puerta de entrada para la Argentina del Primer Comando Capital, máxima banda criminal de la región, controlada desde las cárceles de Brasil. Según el autor, el narco protege a estos delincuentes y la policía provincial ampara al narcotráfico.