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Un cuarto de siglo para pensar desde el martes

 

La nada vista en retrospectiva

Los puntos altos, pero sobre todo los bajos, dibujaron el vaivén de las últimas dos gestiones que tuvieron al Ejecutivo por triplicado. El próximo martes se viene un cambio de nombres en el Centro Cívico ¿Qué más habrá en el horizonte político provincial? Las reflexiones que esto suscita.

El inexorable ocaso de una mediocre y opaca gestión gubernamental provincial está por fenecer…
Luego de largos doce años donde, entre otras cosas, se administraron aproximadamente más de novecientos mil millones de pesos, resulta casi inexplicable entender los niveles de pobreza, indigencia y desatención de los sectores más vulnerables de comprovincianos y el innegable deterioro en los sistemas públicos de salud, educación, seguridad.
Con esa cifra, no es complejo elucubrar que porcentaje se ha ido/reconvenido en corrupción, sino Salta debiera ser una provincia estable, pujante como San Luis con equilibrio fiscal, deuda pública en cero, indicadores socioeconómicos más que razonables, en fin…
Si en veinticuatro años, los dos mandamases, han seguido la única regla permisiva de corruptela, de pagar los sueldos estatales al día y la provincia funciona, porqué habría de cambiar el gobernador electo?
Si hace más de veinticuatro años la provincia no logra recaudar impositivamente per se el 25% de
sus gastos generales y depende de más del 75% del Estado nacional, aún con la consabida
delegación de impuestos indirectos…porqué el Dr. Sáenz habría de cambiar?
Si luego de más de dos décadas la permanente domesticación de las entidades intermedias que terminan sometidas al poder estatal de turno porqué habría de cambiar?
Y con la enorme dependencia de los recursos públicos por parte de la prensa local y la consabida pauta publicitaria, la libertad de prensa…porqué habría de cambiar?
Y en todo este tiempo la relación Estado provincial y Curia local siempre funcionó
aceitadamente…porqué habría de cambiar?
Si el Justicialismo salteño viene transitando ineluctablemente, desde la década del 90, con
referentes gobernadores provenientes del Bachillerato Humanista Moderno, porqué habría de cambiar?
Si desde hace dos décadas, las enormes asimetrías y desequilibrios en la redistribución del ingreso en toda la provincia se profundizan…porqué el gobernador Sáenz habría de cambiar?
Si el Estado salteño viene funcionando así y no pasa nada…porqué habría que cambiar?
Por la sencilla razón que puede impulsar a Gustavo Sáenz a ser radicalmente distinto a sus
antecesores…pues no viene de una familia con un emporio económico, hasta non sancto,
diversificado y descomunal ni de un clan familiar tradicional y conservador del talante clásico de la salteñidad, hoy seguramente harto acomodado económicamente…
Si nació de la mano de un peronista popular y lenguaraz como es el ex intendente escaldado Juan Carlos Villamayor… y no viene de cuna ni de alcurnia ni de cristal…
Quizás la natural soberbia que espolea a todo ganador, lo vuelva más impulsivo…más sobrador…o no…por el contrario se reconvierta en un camino como un posible estadista local… No es complejo ser un diablo en campaña…lo difícil, cuando se gana, es construir un destino superador…en particular para todas aquellas personas que casi no tienen ninguna posibilidad de superarse en la condición y circunstancias que nacieron por la paradoja del destino…
Cuando Dios…juega a los dados…

Keyser SOSE