El gobierno de Ecuador confirmó que el crimen de las turistas mendocinas involucró un ataque sexual. El ministro del interior ecuatoriano, José Serrano Salgado, aseguró que uno de los detenidos es un hombre que trabaja en Montañita como empleado de seguridad en distintos locales.
Serrano Salgado aseguró que el crimen de las turistas argentinas Marina Menegazzo (21) y María José Coni (22) en esa localidad turística se produjo en el marco de un ataque sexual.
El funcionario explicó además que en la casa de uno de los sospechosos detenidos, en la cual se habrían concretado los homicidios, se hallaron colchones con manchas de sangre, guantes también con sangre y las mochilas de ambas turistas argentinas con sus objetos personales.
Además, en las últimas horas secuestraron en la zona donde fueron encontrados los cadáveres el teléfono celular de una de las chicas asesinadas.
De acuerdo a lo relatado por el ministro del Interior, el hecho comenzó cuando las chicas concurrieron a la casa de este empleado de seguridad para pasar la noche allí, ya que se habían quedado sin dinero, y fueron llevadas hasta esa vivienda por otro hombre al que habían conocido en un bar de Montañita.
«Las chicas, como no tenían dinero, acceden a quedarse en la casa del autor confeso. Van hasta allí, es una casa muy vetusta, muy básica, donde permanecen hasta las 2.30 de la mañana cuando salieron a comprar unas gaseosas», relató el funcionario en declaraciones al canal de noticias C5N.
Cuando regresaron, se encontraron nuevamente con el dueño de casa y con el otro hombre, quienes estuvieron tomando alcohol y aparentemente estaban en estado de ebriedad.
«El autor confeso se quedó en una habitación con María José, y el otro se quedó en otra habitación con Marina. Ahí es cuando se procede al crimen, luego de que intentaron una agresión sexual», explicó.
«Para nosotros no solo se circunscribe en un asesinato. Nosotros tenemos en nuestra legislación tipificado el femicidio y las circunstancias de los hechos nos indican que hubo una intencionalidad sexual también, lo que estaría constituyendo la figura del femicidio», dijo.
Tras los crímenes, los autores embalaron los cuerpos y, de acuerdo a la confesión de uno de los sospechosos, arrojaron los cadáveres entre los matorrales, a unos 400 metros de la escena del crimen, cerca de las 15 del martes 23 de febrero.
«Aquí no estamos hablando de un delito común, de robo. Estos hombres no tienen antecedentes penales», aclaró el ministro Serrano Salgado, quien agregó que en la investigación del caso trabajaron ocho equipos de inteligencia y 90 miembros de agentes especiales.
Fuente: Telam