Las distintas vertientes de la CGT se reunieron en la sede de Azopardo para reclamar una suma para los trabajadores que compense lo que perdieron con las últimas medidas. El jueves, también la CTA de Hugo Yasky había exigido un bono.
El plenario de secretarios generales de los sindicatos que integran las distintas ramas de la CGT resolvió ayer exigirle al gobierno de Mauricio Macri un bono de emergencia para compensar la escalada de precios y la caída del poder adquisitivo de los salarios. En un marco de conflictividad creciente, Hugo Moyano encabezó en la sede de la CGT Azopardo el encuentro del sindicalismo peronista, del que participaron el jefe de la CGT Azul y Blanca, Hugo Barrionuevo, sectores de los “Gordos”, los “Independientes” y en menor medida de la CGT de Antonio Caló, que no estuvo presente. Antes que ellos, la CTA de los Argentinos que encabeza Hugo Yasky ya había hecho un reclamo similar. Los dirigentes no especificaron el monto del bono que reclaman pero coincidieron en que la devaluación y las últimas medidas económicas golpean el bolsillo de los trabajadores.
Desde el gobierno macrista, en tanto, dejaron trascender que el Poder Ejecutivo no promoverá un bono de fin de año, aunque el Ministerio de Trabajo homologará sin objeciones los acuerdos sectoriales que negocien los sindicatos. “Nosotros ya anunciamos la exención de Ganancias para el aguinaldo. Toda la discusión salarial va a estar enmarcada en cada uno de los sectores”, dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. “Hay sectores que el año pasado tuvieron un bono y otros que no. Si hay acuerdo entre las partes, nosotros lo vamos a homologar”, aseguró el ministro durante la conferencia de prensa en la que anunció el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 5000 millones de dólares.
“En los momentos especiales” el sindicalismo está unido, señaló Moyano al abrir el plenario en el salón Felipe Vallese del histórico edificio de la CGT en calle Azopardo. Celebró en especial la presencia de dirigentes de otros sectores como Carlos West Ocampo, de Sanidad, o Sergio Palazzo, de La Bancaria. “Tenemos 140 organizaciones presentes y el objetivo de esta reunión es la unidad del movimiento obrero”, advirtió el camionero. “Todos los trabajadores estamos comprometidos en contribuir” porque “el país necesita salir del estancamiento en el que estaba”, afirmó. Moyano también destacó su esperanza de “que el cepo no se lo ponga a las paritarias”. “Al Gobierno lo respetamos, pero eso no quiere decir que dejemos de defender a los trabajadores”, aseguró.
En la declaración oficial que se leyó luego de más de dos horas de plenario, titulada “El camino de la unidad para garantizar el trabajo y la producción”, se solicitó el mantenimiento de las negociaciones colectivas “libres por rama de actividad”, la “convocatoria al Consejo Nacional del Empleo y el Salario Mínimo” y el pedido para “asegurar el financiamiento del sistema de salud para los trabajadores”. Si bien a último momento se sumó el pedido para que el Gobierno declare la “emergencia alimentaria”, no se plasmó en cambio el pedido de un bono de fin de año realizado por la mayoría de los oradores. “También nos solidarizamos con los 5000 trabajadores despedidos de Cresta Roja y 189 de Siderca, cuya precaria situación fue ignorada por el gobierno saliente y en la que no se ha logrado una solución de fondo”, informó el diputado Facundo Moyano, secretario general del sindicato de trabajadores del peaje, Sutpba.
A la hora de analizar la coyuntura, tanto los discursos como el documento final coincidieron en su diagnóstico sobre “una economía inflacionaria y estancada” y en que “el tipo de cambio, la revisión del cuadro tarifario y la eliminación de las retenciones van a impactar en el nivel de precios afectando el poder adquisitivo de los salarios”. “El nuevo presidente deberá vencer las resistencias internas y preparar condiciones que posibiliten un primer entendimiento”, advierte el documento. Los discursos dejaron traslucir diferencias frente al nuevo gobierno: mientras dirigentes como Moyano o Gerónimo Venegas se mostraron más tolerantes, otros como Rodolfo Daer o West Ocampo fueron más duros. “Qué habremos hecho para que gane una desconocida sin propuestas”, interpeló a sus pares West Ocampo por la derrota del peronismo y la asunción de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. “Basta de Gilda, es una cargada”, ironizó.
Tampoco faltaron críticas a la voracidad empresaria. “Los que tienen el dinero afuera y adentro, que hagan la vaquita, que refuercen el Banco Central, pero que la pongan los que más tienen”, señaló Barrionuevo. Andrés Rodríguez, de UPCN, dijo que “todos intuimos hace meses que muchas de estas medidas había que tomarlas, pero queremos equilibrio para que el ajuste no recaiga sobre los trabajadores”. Moyano cerró el plenario convocando a la próxima reunión de la comisión de unidad que se celebrará en Mar del Plata durante la segunda quincena de enero.
El pedido de un bono de emergencia de las CGT fue formulado antes por distintos sindicatos y centrales, con cifras de entre cuatro y diez mil pesos. El lunes último, la Federación de Camioneros que dirige Pablo Moyano amenazó con un paro si las empresas de transportes no acceden a pagar un bono de ocho mil pesos. El Sindicato Argentino de Televisión reclama un “refuerzo económico” de siete mil pesos. La CTA de los Argentinos de Hugo Yasky pidió una “asignación puente” hasta las paritarias tres días antes de que asumiera Macri. La CTA Autónoma que encabeza Pablo Micheli marchará el martes a Plaza de Mayo para repudiar el ajuste y pedir un bono de cinco mil pesos. El Sutpba, de Facundo Moyano, acordó en septiembre un extra de fin de año de 6800 pesos. La misma cifra resolvió pedir en su primer plenario de delegados el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
Fuente: Página 12