Hay un descuido en el sistema de transporte que hace que los usuarios tengan que reclamar frecuentemente, y no es solo una cuestión de horas pico u horas valle, o de frecuencias, sino también por el estado de las unidades de colectivo que brindan el servicio.

En la capital salteña los reclamos se extienden hacia la desconsideración que muestran algunos choferes con los usuarios, sobre todo de edad adulta.
Si bien hoy la mirada está puesta en el precio del boleto y las consecuencias del retiro del subsidio nacional que recibían las provincias, las situaciones de quejas tienen una data de tiempo que se acarrea con anterioridad.
Así, hemos sido testigos sorprendidos por colectivos que pierden la rueda, otros que se queman en pleno viaje o que se quedan a mitad de camino.
No nos referimos a ningún corredor en especial, pero son hechos que han sucedido.
Cuando decimos descuidos, nos referimos a situaciones riesgosas que no deberían suceder si existiera el mantenimiento correspondiente de cada unidad.
Es claro que dicho mantenimiento debe hacerlo cada empresa que presta el servicio, y que existe la posibilidad de que no lo haga o que no tenga rigurosidad al hacerlo para ahorrarse dinero y ampliar su ganancia.
Ante eso ¿quién controla que las unidades estén aptas para brindar el servicio que cobran? O la otra pregunta seria ¿cómo es que controlan? Ya que las unidades vienen mostrando fallas tan graves.
También es delicado el tema de los seguros para los casos de accidentes que hay en los colectivos y que tienen a varios usuarios con daños.
En el interior la cosa no es distinta y las quejas de los usuarios también son variadas, llegando a situaciones extremas como las que sufren quienes viven o tienen que viajar a Cachi. Que se quedan sin unidad de transporte en la Cuesta del Obispo por desperfectos mecánicos recurrentemente, o porque la frecuencia del transporte es insuficiente, o porque el colectivo no aparece o porque están varados en sus pueblos sin poder llegar a la ciudad de Salta a realizar sus trámites de distinta índole.
Esto así como esta no funciona para los usuarios y es por eso las quejas a las autoridades de sus municipios o departamentos.
A los intendentes porque originariamente es responsabilidad de los municipios el transporte de pasajeros, y también a los diputados y senadores porque el sistema está bajo la órbita de la provincia en este último tiempo.
Hay que decir también que el sistema de Saeta funciona de manera aceptable en lo general, sobre todo quienes ya tenemos años y cargamos en la memoria lo que era el servicio de transporte urbano antes, notamos la diferencia; pero estos descuidos deben ser atendidos para que no se desgaste el sistema y los usuarios no se vean perjudicados.