Una mujer en Tartagal denunció a su pareja por constantes amenazas, en las que estaban incluidas algunas con armas de fuego. Cuando la ley fue hasta su hogar encontraron un arsenal digno de The Walking Dead.

La denuncia fue radicada días atrás en la comisaría Nº 42 de la ciudad norteña. En ella la denunciante, de 31 años, constataba las reiteradas amenazas por parte de su pareja en las que, además de la violencia verbal, el uso de armas de fuego para reforzar lo dicho fue la señal de que todo podía terminar mal. Como suele suceder en estos casos, en esta provincia donde pegarle un tiro a una mujer no es para nada extraño.

Una vez labrada la denuncia y luego de la intervención del Fiscal de Violencia Familiar y de Género en Turno, “se dispuso la demora del causante y el registro de la morada que compartía la pareja”, dice el parte policial, que más adelante sorprende en el detalle de las armas halladas en la casa del denunciado. El tipo tenía armas como para agarrarse a tiros si es que los ingleses planean invadir de nuevo estas tierras o si el apocalipsis zombie está cercano, con tantos fierros, seguro zafa: un pistolón de un solo cañón, con cacha artesanal y funda de cuero, muy al estilo cowboy; un revolver calibre 38 Taurus; una caja con 30 cartuchos; una pistola  Bersa 9mm con un cartucho en recámara; un cargador conteniendo alojados diez cartuchos calibre 9 mm; una pistola Taurus 9 mm con un cartucho en recámara cuyo cargador tenía alojados seis cartuchos 9 mm.

Tras informar al juzgado de las armas que portaba este pistolero violento, se dispuso “consigna permanente en el domicilio de la damnificada y se prosigan diligencias en procura de la ubicación del acusado”, informa la prensa azul.