Actualmente vivimos en tiempos controversiales donde existen diversas problemáticas sociales y económicas que afectan directamente la salud mental de las personas.

Por Guadalupe Macedo

Estamos saliendo de un tiempo de aislamiento social que modificaron las conductas sociales por lo que las personas deben afrontar las situaciones de la vida de diversas maneras.

La salud mental es definida por el Ministerio de Salud de la Nación como “es el bienestar emocional, psíquico y social que permite llevar adelante los desafíos de la propia vida y de la comunidad en la que vivimos”. Hablar de Salud mental y romper con los estereotipos y falsas creencias que existen en la sociedad sobre estas personas, porque llevan a marginarlos y no brindares los tratamientos necesarios para tener una mejor calidad de vida.

“Reconocer y entender los padecimientos mentales es un importante primer paso para romper con estereotipos y falsas creencias, superando así los prejuicios y la estigmatización hacia las personas con enfermedad mental” afirma el Ministerio de Salud. Debemos partir de la ley 26.657 donde se garantizan todos los derechos humanos de las personas ya que recoge los principios fundamentales de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1948. Busca mejorar las condiciones de atención de salud de las personas que sufren algún padecimiento.

Hay que tener en cuenta que los padecimientos mentales son un problema frecuente. Estudios de la OMS/OPS afirman que los trastornos mentales están dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en América. El alcohol y la depresión son los problemas más frecuentes en salud mental. El psicólogo Horacio Ligoul, sostuvo en una conversación con el medio “Salta 12” que es importante considerar a la salud mental como parte de la salud general de las personas y del sistema público. Porque no podemos pensar en la idea de una persona sana, si no está con la posibilidad de contar con su salud en el orden de lo mental.

Vivimos en un tiempo donde sigue presente la pandemia mundial por el COVID, en el cual el aislamiento potencio padecimientos mentales. Ligoul aseguró que «existió un incremento de las consultas que tienen que ver con trastornos de ansiedad, ya que su manifestación más visible son los conocidos ataques de pánico”. Añadió que se dio una suba en los cuadros depresivos, provocados precisamente por una soledad obligada. Como también creció el temor vinculado a la perdida de la fuente laboral.

El psicólogo Lic. Juan Manuel Chehadhi nos advierte: “Este nuevo escenario nos pone a prueba con nuestra responsabilidad para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás”. El paso por la pandemia “nos devuelve una dimensión trágica de la vida. Nos advierte de nuestra finitud y de que nuestras acciones como hombres tienen un límite. Nos recuerda, volviendo a Freud, que también la naturaleza es una fuente de sufrimiento. Pero también nos devuelve la oportunidad de poner en juego determinados valores”.

El suicidio es una de las problemáticas de salud mental que afecta a la provincia de Salta. Según un informe de Unicef, es la segunda provincia que tiene mayor tasa de suicidio adolescente en el país. Estos datos son alarmantes y debe ser abordado por el estado y las familias de los jóvenes. Según un informe del Ministerio de Seguridad de Nación, la Provincia ocupa el tercer lugar, con una tasa de 11.5. En el caso de Salta los registros de los últimos años indican una tasa de 12,76 suicidios cada 100 mil habitantes, del 2021, y en el 2020, fue de 14,32.

A pesar de estos datos en el ámbito provincial el programa “Grupo Interdisciplinario de Apoyo Familiar en caso de eventos de suicidios” (GUIAF), que depende de la Secretaría de Salud Mental de la Provincia es el único que aborda el tema en la provincia y carece de presupuesto propio. Según explicó Nuria Saavedra, miembro del GUIAF al Nuevo Diario: “Nosotros no recibimos un presupuesto específico. Nosotros somos un programa que dependemos de Salud Pública, pero no hay un presupuesto específico”.

Hace unos días el presidente Alberto Fernández anuncio que se va a duplicar el presupuesto en Salud Mental. En nuestra provincia este anuncio permitirá fortalecer la atención de Salud mental haciendo hincapié en los programas de atención al suicidio anuncio la licenciada Irma Silva quien tiene a cargo la Secretaría de Salud Mental de la provincia. Agrego que: “Otro eje, es la construcción de viviendas de medio camino o espacios alternativos para avanzar en la ley de salud mental y poder concretar en cada una de las provincias la real desinstitucionalización de usuarios y usuarias”. Otro punto que se pretende consolidar es la atención continua en guardias de 24 horas para la atención de Salud Mental con unidades de urgencia para la asistencia.

En este tiempo «Hemos visto una necesidad mayor de la gente por tener alguna instancia de contención» profesional, precisó el Lic. Ligoul. Existe un aumento en la demanda del sistema público de salud y en el ámbito privado. Es un buen indicador ya que: «Hoy en día la gente está más libre para buscar una consulta y ayuda profesional», lo que lleva a que las personas ya «no estén tratando de ocultar» algún padecimiento que crean estar sufriendo. Esto nos demuestra que existe una «disminución en la estigmatización de todo lo que tiene que ver con la llamada locura».