En una encuesta realizada por Hotels.com a 5 mil pasajeros de distintas nacionalidades reveló que el 73% de los mismos alguna vez se llevó algo de los hoteles. Los argentinos encabezan la lista y a ellos le siguen los nacidos en Singapur, los españoles y los alemanes.

Por definición, el ventajero es aquel que se queda con algo que no le modifica la vida material aunque si le resta prestigio. Durante años el argentino carga con ese estigma y una encuesta realizada por Hotels.com revela que algo de cierto hay en ellos. Los resultados de la misma fueron publicadas por Infobae que precisó que la blancura y pulcritud de los baños de hoteles atrae mucho a los argentinos.

Entre 5 mil pasajeros de distintas nacionalidades encuestados, se consignó que los argentinos son los que más objetos de hotel roban. El 73% de los argentinos consultados admitió haberse llevado alguna vez jabones, champú, gel de ducha, ceniceros, sin mencionar las toallas que no entraron esta vez en el cuestionario. Le siguen los turistas de Singapur (71%), España (70%), Alemania (68%), Irlanda (67%) y Rusia (59%) completan el top five. México está más cerca de la media (59%), seguido por Italia (57%), Japón (56%) y Estados Unidos (53%). En el otro extremo de la tabla aparecen los colombianos que son los menos propensos a llevarse cosas (solo el 31% ha admitido hurtos en los hoteles), seguidos de Noruega, Corea del Sur, Hong Kong y Dinamarca.

Según el trabajo de Hotels.com, entre los británicos, los objetos robados más comunes son los de papelería (20%) y las pantuflas (12%). Las toallas no están incluidas en el estudio. Un responsable del mismo explicó que «todo el mundo se las lleva», dice. Igual sucede con el champú y el gel de ducha, que los hoteles ya dan por descontado que serán usados hasta la última gota.

Jacob Tomsky, autor del libro Heads in Beds, unas memorias de diez años pasados en la industria hotelera, explicó: «Ningún hotelero respetable va a querer forzar la cerradura de su equipaje para buscar el champú. Al contrario, esperamos que se lo lleven para que lo usen después y piensen en nosotros». Y sugirió también que los pasajeros pueden llegar a apropiarse de objetos que se encuentran fuera de sus habitaciones.