La juventud estuvo casi ausente del debate, si no fuera por las intervenciones de Nicolás del Caño. Macri y Fernández quisieron que la polarización se lleve toda la atención. En ese enredo, Fernández sorprendió por sus posiciones conservadoras.
El planteo de los grandes problemas de la juventud y cómo darle respuesta quedaron en manos del candidato de la izquierda.
Fue quien denunció la mano dura, el gatillo fácil, las redes de trata y la baja de la edad de imputabilidad y reclamó más escuelas y trabajo para la juventud.
Fue quien propuso, contra la persecución del Estado y el negocio narco, la legalización integral de la marihuana.
Fue quien denunció la casta de políticos millonarios y propuso que los funcionarios cobren lo mismo que un docente como cobra él.
Fue quien denunció la precarización juvenil y trajo las propuestas para que toda la juventud tenga un trabajo estable y pueda estudiar.