Los edificios de varias instituciones educativas son un desastre en cuanto a lo edilicio y la Escuela de Música de la Provincia no es la excepción: grietas por doquier y cinco aulas clausuradas hace mucho son parte de los inconvenientes que deben sortear alumnos y docentes que asisten a esta escuela.
Tampoco descartan el peligro de derrumbe de la vieja casona ubicada a pocos metros de la plaza 9 de julio que ahora funciona como la principal casa de estudios musicales en Salta. Lo que llama la atención es que los problemas edilicios no son una novedad, sino que hace años están ahí, acumulándose con el tiempo.
Son más de mil personas las que asisten a la Escuela de Música, entre docentes y alumnos. Restarle 5 aulas por problemas estructurales implica menor comodidad y que deban buscar mediante la improvisación (no musical) llevar adelante las clases para que la música no se detenga.
Debido a la posibilidad de derrumbe, al prosecretario Gustavo Farfán indicó que existen dos salas que debieron ser apuntaladas con hierros. Además recalcó que las refacciones realizadas por el gobierno no son más que una mano de pintura para tapar las paredes que se vienen abajo.
Los problemas sobrepasan lo edilicio, además del problema con la construcción también se puede constatar la falta de materiales necesarios para la práctica musical, como lo es, por ejemplo, un equipo de sonido decente, el cual hace también falta en la escuela.