El histórico dirigente asegura, además, que el diputado salteño boicotea la campaña de la candidata a senadora nacional.
El Partido Obrero está sacando los trapitos al sol. Y esos trapitos están muy sucios. Años y años acumulando resentimientos y reproches.
Después de ser desplazado como máximo dirigente nacional, Jorge Altamira está furioso y está esparciendo sus reproches a troche y moche. Y el que no se salvó es Claudio Del Plá, diputado provincial y máximo representante salteño (hermano, además, de la candidata a vicepresidenta, Romina del Plá).
Según Altamira la debacle comenzó en una asamblea que se realizó para pedir que todo el partido participe de las discusiones internas y no se haga de forma aislada y ocasional.
Altamira dijo en Fm Profesional que su relación con Claudio del Pla quedó totalmente quebrada por su actitud dubitativa ya que “comprendía la actitud represiva de los militantes pero bajo presión se alineó con ellos y cometió un gran error”, manifestó.
Para Altamira, Del Plá podría haber frenado el quiebre del PO si tomaba la palabra, porque es muy respetado, pero se limitó a mirar cómo todo se desmoronaba. “Lo hago responsable de no haber comprendido la importancia de sus definiciones políticas y haber cedido a presiones políticas que quebraron la democracia del partido”, expresó.
Por otro lado denunció la expulsión de muchos militantes que están de su lado en varias provincias del país y la agresión hacia candidatas como la salteña Violeta Gil, quien se postulará como senadora nacional, a quien tampoco le quieren pagar la campaña electoral.