Hay gente que está peleada con la realidad.

Ahí donde cualquiera ve un pobre pidiendo, el diputado provincial Martín De los Ríos debe ver a un ricachón disfrazado, donde hay un caballo tirando un carro lleno de chatarra, él debe ver un unicornio feliz y donde los videos muestran a una horda de bagayeros puteando y apedreando el vehículo de una ministra, De los Ríos no ve nada.

El legislador de Cambiemos dijo en Aries Fm que es falsa la información difundida sobre que los bagayeros habrían abucheado a Patricia Bullrich durante la inauguración del centro de vigilancia inteligente de frontera. “Eso no ocurrió”, afirmó.

Es curioso, porque los mismos bagayeros explicaron ayer en distintos medios porqué están furibundos con la ministra.

Así se quejaron los líderes de la manifestación que agredió a la Ministra de Seguridad. Amenazan con tomar medidas de fuerza. Cómo es el nuevo sistema que no aceptan los bagayeros
Queremos trabajar y conversar, que vea la necesidad, no que nos imponga una orden. Nos cayó como un balde de agua fría”, dijo Ángel Cazón -líder de los bagayeros bolivianos junto a Emilio Contreras.

En una nota publicada por Perfil.com los bagayeros destacan que intentaron acercarle un petitorio a la Ministra. “Nos hizo la burla”, se quejó Cazón. “Habíamos reunido mucha gente, pero dijo que no venía y se dispersaron. Llegó sorpresivamente”, relató y aseguró que la manifestación era de tono “pacífico” pero “siempre hay un loco, un borracho que no se fija en la necesidad de los otros”, explicó sobre la agresión a la funcionaria. “La Ministra nos hizo burla a todos, no nos dejó explicarle. La gente se enfureció y se fue en helicóptero. Nosotros sólo queremos trabajar”, finalizó.

“Nos quieren cortar el trabajo que ya llevamos unos 15 años haciendo, algunos más tiempo. No sólo perjudica a Bolivia, sino también a Argentina. El trabajo ilegal, como lo llaman, ha sacado a muchas personas adelante, a personas humildes, que no tienen estudios, que no han podido tener una buena vida. Y ahora que podían tenerla, la quieren cortar con unos impuestazos. Nadie va a poder trabajar, no nos va a quedar otro camino que tomar medidas de presión, en la parte argentina y en Bermejo”.