“Hay una estrategia dura contra los gobiernos populares”, afirmó Cristina Fernández de Kirchner con respecto a lo ocurrido en Brasil. La ex presidenta acusó a los sectores económicos concentrados, los medios y las potencias de promover el golpe.
La ex presidenta Cristina Kirchner calificó de “golpe institucional” la destitución de Dilma Rousseff. Dijo que se trata de una “nueva forma de violentar la soberanía popular” y destacó que América del Sur es “otra vez laboratorio de la derecha más extrema”. “Nuestro corazón junto al pueblo brasileño, Dilma, Lula y los compañeros del PT”, difundió por las redes sociales. “Hay una estrategia dura y pura sobre la región de ataque a los gobiernos populares”, completó. Otros dirigentes y políticos de la oposición también lamentaron la destitución de la presidenta brasileña.
CFK envió un mensaje por las redes sociales y luego hizo declaraciones por Radio 10. Dijo que “este clima destituyente lo vivimos también en la Argentina” durante sus dos presidencias. Señaló que a Dilma “la destituyeron sin fundamentos” y que vivimos “un momento de desestabilización regional”. “Estamos viendo una estrategia dura contra los gobiernos populares”, afirmó y acusó a las “superpotencias” de promover ese golpe que, dijo, “lo piensan estratégicamente a 50 años”. Añadió que “hay una apoyatura interna en el Congreso (de Brasil) y con los grandes medios para culminar en este episodio negro de la historia de la región” y también mencionó a “los sectores económicos concentrados internos y externos” que operan contra los gobierno populares latinoamericanos.
La ex presidenta sostuvo que el juicio político a Rousseff “se vio venir el día después de la reelección” de la mandataria brasileña.
El ex canciller Jorge Taiana y el ex ministro Agustín Rossi difundieron la declaración de la Bancada Progresista del Parlasur, que repudió el “golpe de estado” perpetrado por “los sectores oligárquicos, conservadores y reaccionarios de Brasil”. “No hay más democracia en Brasil. La misma fue sustraída por un grupo de parlamentarios corruptos y de jueces que no están del lado de la justicia”, sostiene la declaración que difundieron Taiana y Rossi. El documento repasa los antecedentes de Honduras y Paraguay, los “intentos de desestabilización política en Ecuador, Bolivia y Venezuela”, y señala que todos son protagonizados por “sectores conservadores para imponer su agenda y dar vuelta a los procesos de cambio de los gobiernos progresistas”. Los parlamentarios destacan que es “un golpe político contra el Mercosur”, cuyo desmantelamiento es “un objetivo central de los golpistas y gobiernos de derecha”.
El senador Juan Manuel Abal Medina, el ex jefe de gabinete Aníbal Fernández, diputado del Parlasur Daniel Filmus, el ex diputado Jorge Rivas y el disputado Carlos Heller, fueron otros dirigentes del Frente para la Victoria que lamentaron la destitución de Rousseff. “Una vez más, las castas políticas y judiciales, aliadas al poder hegemónico mediático, logran temporariamente torcer la dirección de un proyecto nacional y popular en América Latina”, aseguró Rivas. “El proceso llevado adelante no probó que la Presidenta Rousseff haya cometido delito y, por ello, estamos ante un golpe de Estado parlamentario”, dijo Heller.
Desde la izquierda, Myriam Bregman y Nicolás del Caño, del PTS repudiaron “el golpe de la derecha”, mientras que el Partido Obrero interpretó que “luego de años de beneficiarse del gobierno PT-PMDB, la burguesía brasileña cambia de frente”.
La diputada Margarita Stolbizer, por su parte, difundió en Twitter una reflexión ajena: “en Brasil la mani pulite se deshizo de la única persona no implicada en casos de corrupción”.
Fuente: Página 12