Se aprobó la ley de reforma del Código Procesal Penal de Salta, salvo dos abstenciones el resto de los senadores votó a favor. Quienes se abstuvieron alegaron el poco conocimiento del proyecto y por eso pedían su retorno a comisión.
Con media sanción el martes en Diputados, ayer jueves fue aprobada en Senadores. Los oficialistas alegaron que nada de lo que se viene especulando que sucederá con las libertades civiles es cierto, porque el accionar policial no se modifica demasiado ni violentará las garantías constitucionales.
La senadora por Cafayate, Silvina Vargas, fue una de las que se abstuvo a dar el voto positivo porque consideró que en tan poco tiempo no se puede tratar una ley de reforma como esta. “Para darle sustento a una legislación, los legisladores en su conjunto debemos estar imbuidos de su contenido” dijo; y agregó que “las cosas apuradas, las cosas exprés, no sirven y creo que lo mejor es mantener las buenas costumbres legislativas”.
Roberto Gramaglia también se abstuvo alegando que esta modificación no coincide con la ley de narcotráfico de la que él fue impulsor.
Al final fue aprobada la modificación por amplia mayoría.
Por su parte, el jefe de la policía, Marcelo Lami, terminó sentenciando lo que en realidad generará esta reforma: “En los casos de venta de droga al menudeo este tipo de procedimientos es necesario porque tiene que ver con la oportunidad y el momento que exige acción para comprobar el hecho delictivo en sí”, esto significa que depende de la sagacidad del oficial para determinar si un hecho delictivo, digamos por ejemplo, venta de estupefacientes, se está llevando a cabo. Si bien es cierto que esto en algunos casos puede ser una ventaja, lo que cabe preguntarse es cuántos de los oficiales de la fuerza están realmente capacitados como para determinar sin posibilidad de errores una situación tal. No hay que olvidar algunos percances pasados en los que las fuerzas del orden, con una previa autorización judicial, cometieron crasos errores.
Si es que ya la reforma es inevitable, también se debería pedir una reforma a los métodos violentos de palo y bala de goma, si no es de plomo, que son utilizados cada vez con maor frecuencia. Que la policía en su conjunto y no sólo unos cuantos aporte con seriedad a la convivencia en esta sociedad.