En una insólita pero lamentablemente real escena, un hombre que debería considerar un cambio de carrera a villano fallido, fue encontrado en el techo de la vivienda de su expareja. Claramente, el hombre no entendió que para ser un buen escalador se necesita más que malas decisiones y sustancias prohibidas.

El aspirante a trepador de medianoche, condenado a seis meses de prisión efectiva en un juicio abreviado, había sido advertido de que debía mantenerse a 300 metros de distancia de su expareja desde 2022. Pero parece que el concepto de distancia se vuelve difuso cuando se trata de amores no correspondidos y techos ajenos.

La fiscal penal de Violencia Familiar y de Género 2, Mónica Viazzi, quien tuvo la desafortunada tarea de intervenir en este circo judicial, aseguró que el condenado violó la intimidad y seguridad de su ex pareja. Y claro, porque cuando uno encuentra a su ex en el techo, lo primero que siente es una inmensa tranquilidad.

El show comenzó pasada la medianoche del 27 de mayo, cuando la denunciante, en su hogar con su actual pareja y su hijo menor, recibió la visita del intrépido hombre con intenciones de hablar con la hermana de ella. Después de ser cordialmente invitado a retirarse y ante la amenaza de llamar a la policía, el hombre se fue… solo para regresar más tarde y culminar su hazaña en el techo.

Desorientado y aparentemente bajo los efectos de sustancias prohibidas, fue encontrado por la policía tras la llamada de emergencia de la denunciante. Quizás el techo ofrecía una vista que él consideraba irresistible, pero el juez Germán Pastrana no compartió ese entusiasmo y lo declaró reincidente por primera vez, además de condenarlo por desobediencia judicial y violación de domicilio.

Al final del día, la moraleja es clara: no importa cuán desesperado o bajo los efectos de qué sustancia estés, los techos de las exparejas no son el mejor lugar para meditar sobre los errores del pasado.