En una entrevista con La Nación, el Gobernador respondió a las críticas emitidas por Cancillería de Bolivia respecto a la instalación de un alambrado en la frontera. Explicó que el cercado se encontrará dentro del municipio de Aguas Blancas.
El Gobernador Gustavo Sáenz se mostró tajante frente a las críticas esgrimidas desde Bolivia, quienes se mostraron molestos por la idea de instalar un alambrado en la frontera entre Aguas Blancas y Bermejo. Además, aclaró que el objetivo principal es ordenar el flujo de personas y controlar actividades ilegales.
Sáenz también detalló que la infraestructura facilita la supervisión de quienes ingresan al país desde Bolivia: “Este alambrado permite que aquellos que llegan a la terminal de ómnibus en Aguas Blancas vayan directamente a migraciones. De esta manera, podemos saber con qué ingresan y qué traen consigo”.
En relación al comunicado boliviano solicitando explicaciones, Sáenz lo calificó de “cómico” y agregó: “Me parece una locura. Nosotros no estamos invadiendo sus fronteras ni su territorio. Este alambrado ocupa exclusivamente el eje municipal de Aguas Blancas. La verdad, no tenemos por qué dar explicaciones”.
El gobernador enfatizó que las acciones implementadas buscan optimizar recursos y mejorar la seguridad. “Antes necesitábamos a 20 efectivos de Prefectura Naval custodiando la zona, quienes ahora podrán dedicarse a otros trabajos, como custodiar pasos ilegales”, señaló.
Además, destacó que esta iniciativa marca un antes y un después en el combate contra el narcotráfico: “Es la primera vez en la historia que se trabaja seriamente contra el narcotráfico, unificando los esfuerzos de todas las fuerzas con un mismo objetivo”.