El gobernador de Salta expone la manipulación política y económica nacional en torno a una empresa tabacalera que afecta a las economías regionales y al erario público.

El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, ha lanzado una serie de declaraciones incisivas denunciando presiones y privilegios en el sector tabacalero argentino, particularmente centradas en una empresa específica. Desde Salta, Sáenz expuso cómo un grupo de diputados, ajeno a la realidad del interior del país y sus economías regionales, junto con otros que usurpan la representación del sector tabacalero, han ejercido influencia para mantener privilegios económicos desmedidos.

Sáenz señaló que estos actores lograron sacar del Capítulo Fiscal la modificación de Impuestos Internos al Tabaco, una medida que buscaba poner fin al privilegio de una única empresa en el sector. Esta empresa, según las declaraciones del gobernador, se autopercibe una Pyme, aunque factura más de 800 millones de dólares y no adquiere tabaco argentino, importando en su lugar desde Brasil por más de 40 millones de dólares al año.

El gobernador también destacó que esta empresa opera desde 2018 sin pagar el Impuesto Interno Mínimo, lo que le permite vender sus productos a precios significativamente más bajos que sus competidores. Este beneficio fiscal tiene un alto costo para las provincias tabacaleras del norte, que han sufrido una pérdida acumulada de más de 700 millones de dólares en concepto de menor recaudación del Fondo Especial del Tabaco.

Además de afectar a las economías regionales, Sáenz resaltó que el costo de estos privilegios lo asumen todos los argentinos, representando una pérdida anual de 1 billón de dólares en concepto de Impuestos Internos, que podrían ser coparticipables entre las 24 jurisdicciones del país y el Tesoro Nacional.

El gobernador destacó la magnitud del daño al erario público, equivalente a un millón de jubilaciones mínimas al año, en un momento en el que se requiere un esfuerzo histórico para equilibrar las cuentas públicas.
Finalmente, Sáenz hizo un llamado al presidente, instándolo a no ceder ante las presiones e intereses que él mismo ha criticado públicamente. En nombre de las provincias del Norte y todos los ciudadanos del país, el gobernador pidió al presidente que no se deje vencer por lo que él llamó «el Señor Tabaco», en referencia a los intereses que buscan mantener los privilegios de esta empresa en detrimento de las economías regionales y del bienestar general de los argentinos.