Medios nacionales se hacen eco del boliche salteño que promociona «Rubios y rubias entran totalmente gratis hasta las 2. Morochas al 2×1», se leía en la invitación de la disco Amira que circuló por las redes sociales. La intendencia de Salvador Mazza, donde está el boliche, publicó un comunicado que, en su torpeza, desnuda parte del problema: el espíritu de la publicación, se explicó, es netamente comercial y no discriminatorio.
La Nación se hizo eco de la promoción del boliche de Salvador Mazza que invita a rubios y rubias a entrar gratis a bailar.
Brutal, el aviso del boliche salteño no inventó nada: «Rubios y rubias entran totalmente gratis hasta las 2. Morochas al 2×1», se leía en la invitación de la disco Amira que circuló por las redes sociales.
Por eso intervino de oficio el Inadi, porque se trata de discriminación aunque la fuerza aplastante del sentido común que nos moldea vuelva invisible lo que tenemos ante nuestros ojos. La intendencia de Salvador Mazza, localidad donde está el boliche, publicó un comunicado que, en su torpeza, desnuda parte del problema: el espíritu de la publicación, se explicó, es netamente comercial y no discriminatorio. Como si una cosa excluyera la otra. Como si una cosa no estuviera vinculada con la otra.
«Salta La Linda, la Buenos Aires del Norte, como se la ha llamado también, es la segunda provincia en cantidad de población indígena del país, 80.000, según el último censo, que por primera vez incluyó una pregunta específica sobre la pertenencia a culturas originarias. Muchos descendientes de indígenas no revelan sus orígenes espontáneamente ante el encuestador, lo esconden, porque lo perciben como una identidad vergonzante, una marca de origen que hasta ahora no les ha traído nada bueno. Cuando en el censo de 2010 por primera vez se preguntó expresamente sobre la pertenencia a culturas originarias, la cantidad de personas descendientes de culturas antiguas en todo el país dio un salto: se pasó de los 650.000 registrados en 2004 a casi un millón», reflejaron desde el diario porteño.