Los robos en el centro de la ciudad se hacen muy presentes en estos últimos tiempos, un mínimo descuido es aprovechado por personas que hasta se organizan entre varios para cometer los ilícitos. ¿Cómo actuar ante estas situaciones?
Gabriela Hernández
Vas caminando por el centro como todos los días, pasás por negocios y olas de personas con sus respectivos amontonamientos, te subís al colectivo y cuando llegas a casa te das cuenta de que te falta algo (o puede suceder que te des cuenta de la ausencia de tu pertenencia en plena vía pública), si no te olvidaste el objeto en algún lugar es muy seguro de que fuiste víctima de un hurto por parte de personas expertas en el infame oficio.
A los ladrones no los ves pero ellos si te ven de arriba a abajo y analizan cada una de tus características, tienen diversas técnicas para hacerse con las pertenencias de quienes transitan por el centro confiados en una falsa seguridad «no va a pasar nada», pero lo real es que la seguridad se va desgastando junto a la mala realidad económica del entorno y quien hoy por hoy no camina con los ojos en la espalda la puede pasar mal.
Los perpetuadores del hurto pasan horas en el centro seleccionando a sus víctimas
¿Hay estudios sobre el modo de selección? Sí.
El interés por cómo las personas pasan de ser simples transeúntes a agraviados de algún delito hizo que, en la década de los ochenta, los investigadores Betty Grayson y Morris Stein plantean un sencillo experimento que plasmó una serie de resultados muy particulares. La dinámica que Grayson y Stein realizaron era la siguiente: en una prisión, a un grupo de reclusos (entre los que se encontraban personas que habían robado, violado e inclusive asesinado) se les proyectó, de manera individual, una serie de vídeos cuyo contenido era sencillamente el de unos transeúntes caminando normalmente por una calle neoyorquina.
Lo único que tenían que indicar los reos a los investigadores era comunicarles a qué personas entre todas las que transitaban por la calle escogerían como posibles víctimas. Los investigadores estimaron que el tiempo en el que decidían a la posible víctima era de tan solo siete segundos. Al indicar sus selecciones, los resultados eran un poco desconcertantes puesto que la elección que tomó cada recluso era consistente, es decir, pese a que cada voluntario había visto el video por separado, los reos escogían en repetidas ocasiones a las mismas víctimas.
Los reos escogen a sus víctimas por su (mal) lenguaje corporal
Otro dato igual de curioso resultó ser que, la selección de cada uno no dependía ni de la raza, edad, tamaño o constitución física, pues algunas mujeres cuya constitución parecía frágil, pasaban desapercibidas en contraste con algunos hombres altos y relativamente fornidos que sí fueron escogidos.
Cuando se les preguntaba a los convictos a que se debía tal elección, ellos respondían que no sabían exactamente el porqué, simplemente se limitaban a decir que se miraban como blancos fáciles. Y puesto a que ninguno de los criterios anteriores era motivo por el cual escoger a una persona ¿qué era lo que determinaba si una persona pasaba a ser o no agraviada? Los investigadores realizaron un análisis mucho más exhaustivo llegando a los siguientes resultados.
Nuestro lenguaje corporal indica si somos vulnerables o fuertes
Parece que gran parte del proceso de selección depredador / presa es inconsciente y esto se debe a que los reclusos se orientaban más en qué expresaba el lenguaje corporal de las posibles víctimas. (F: Círculo Argentino de Seguridad)
Modalidades de robo en la vía pública (Policía de Chubut)
Tips para no ser o volver a ser la próxima víctima
*Sé consciente de los riesgos de caminar en aglomeraciones (y por un país con crisis económica) o en la vía pública, procura siempre mirar hacia todos lados y ubicar a personas sospechosas (dentro y fuera de los locales también)
*Las hora y pico, fechas cercanas a festividades y los días cercanos a fechas de cobro de dinero son los días en donde más se incrementa el delito
*No lleves cosas de más, solo transita con el dinero y las cosas necesarias para el momento, en lo posible con los objetos de valor ocultos, guardados en bolsillos delanteros y de fácil control
*Que no te vean distraído y camine siempre con seguridad sin llamar la atención, en lo posible no leas ni te distraigas fácilmente en la calle, ni mantengas conversaciones largas en lugares pocos seguros.
*En lo posible aprende defensa personal
El robo
Robar es quitar a una persona algo que le pertenece con ánimo de lucro, por medio de la violencia o la intimidación o utilizando la fuerza. Es tener fácil lo que a otra persona le llevó tiempo de esfuerzo en conseguir o se le fue regalado sin embargo existe una ocasión en donde por fuera de ley el hecho está justificado popularmente «Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón».