Revés, reciclaje y reapariciones: Fauna política en campaña

 

En una semana atravesada por la oficialización de listas para el 11 de mayo, la danza de candidatos trajo inhabilitaciones, viejos conocidos con cuentas pendientes y teorías tardías sobre la desnutrición infantil.

 

La semana política en Salta estuvo marcada por la oficialización de las listas que competirán el próximo 11 de mayo por los cargos legislativos en toda la provincia. Como en toda elección, no faltaron las sorpresas, los escándalos y las confirmaciones de lo que ya todos sospechaban: la política local sigue siendo un escenario donde las lealtades se cotizan en dólares y los prontuarios judiciales son, al parecer, un mérito más para integrar una lista.

Hubo de todo: un partido inhabilitado por la Justicia Electoral, exintendentes aferrados con garras al poder pese a sus prontuarios y figuras que resurgen con teorías sociopolíticas dignas de un paper tardío. Veamos en detalle esta fauna de candidatos que nos regalará una campaña digna de un guión de comedia negra.

Revés para ver-guita Guaymás

La noticia más resonante de la semana fue la inhabilitación del partido de Jorge Guaymás, el otrora líder sindical que hoy navega por aguas políticas tan turbulentas como lucrativas. Su espacio, irónicamente bautizado CET (Cultura, Educación y Trabajo), no podrá competir dentro del Frente Justicialista Salteño. La decisión, según la versión oficial, responde a errores administrativos.

Pero la cuestión huele a algo más: Guaymás ha hecho de la política un negocio de compra y venta de lealtades. En 2021, tras perder una interna con Emiliano Estrada, no tuvo reparos en exigir una cifra obscena en dólares para bajar su candidatura y sumarse a la lista de su oponente. Desde entonces, en los pasillos del sindicalismo local lo llaman “ver-guita” Guaymás.

A nadie sorprende que su espacio haya quedado afuera. Lo llamativo es que un veterano de la rosca cometa errores administrativos que lo dejen fuera de carrera. Pero quizá, en esta elección, sus cartas ya estaban jugadas y le convenía un paso al costado disfrazado de revés burocrático.

Pero-libertarios: sin ideología ni pudor

Si algo quedó claro en esta oficialización de listas es que las ideas son lo de menos. La flexibilidad ideológica de ciertos candidatos desafía cualquier intento de coherencia política. Pero también dejó evidenciado el papel de los llamados “saenzistas con peluca”, formalmente denominados “Frente Liberal Salteño”.

Liliana Guitián, quien alguna vez fue diputada por el peronismo, ahora será candidata a senadora provincial por Cachi dentro del armado “libertario” del Grand Bourg. Su cambio de camiseta es solo uno de los tantos en esta elección. Ernesto Alvarado, taxista y referente de SICOTASA, exconcejal peronista en la capital, ahora buscará un escaño en el Senado por La Caldera, esta vez con el “saenzismo con peluca”.

Uno podría preguntarse: ¿qué ideas defienden estos candidatos? Pero la respuesta parece irrelevante. En la política salteña, la ideología es un accesorio que se cambia según la conveniencia del momento.

Ficha Limpia es lo de menos

Las listas también traen a la palestra a exintendentes con cuentas pendientes con la Justicia. Kuldeep Singh, el actual intendente de Rosario de la Frontera, aspira a una banca como convencional constituyente. Es el mismo Singh que fue expulsado de la Cámara de Diputados tras irrumpir en una empresa “de caño” y secuestrar a sus empleados.

Otro clásico de la política impune es Fernando “Casita” Almeda, exintendente de Cafayate y ahora candidato a senador por el Frente Vamos Salta. Su prontuario incluye denuncias por malversación de fondos públicos en loteos de la localidad vallista.

El podio lo completa Ernesto “Kila” Gonza, exintendente de San Lorenzo, condenado por fraude a la administración pública. Sin embargo, la condena aún no está firme, lo que le permite postularse como concejal por el Partido de la Victoria.

Un libertario en … “la loma de la pinchila”

Si un concejal que gana tres millones de pesos de dieta no puede pagar un estacionamiento, ¿qué queda para el resto de los laburantes? Esa fue la pregunta que flotó en el aire tras la desopilante queja de Pablo López, edil de La Libertad Avanza.

En un video de Instagram, López se indignó por la presencia de trapitos en el centro y exigió presencia policial para desalojarlos. “Tuve que irme a estacionar a la loma de la pinchila”, se lamentó. Lo curioso es que el concejal omitió cualquier referencia a las condiciones sociales que generan la proliferación de trapitos. Quizá porque esas condiciones son producto del ajuste feroz del gobierno nacional que él mismo apoya.

Urtubey, el estratega tardío

Y para cerrar la semana con broche de oro, reapareció el exgobernador Juan Manuel Urtubey, quien a cinco años de dejar el poder parece haber encontrado la clave para combatir la desnutrición infantil en el norte salteño.

En una entrevista con Página/12, Urtubey reveló que el problema no era la falta de agua potable, el colapso de los hospitales o la ausencia de políticas de asistencia. No. La clave, según él, era la falta de “conciencia” sobre las diferencias sociales.

Si tan solo la iluminación le hubiese llegado cuando gobernaba, quizá el presente de miles de niños wichi sería distinto. Pero, como dice el refrán, “nunca es tarde”. O al menos, eso cree Urtubey.

Con esta fauna de candidatos y sus historias, la campaña en Salta promete ser un cóctel explosivo de cinismo, reciclaje y oportunismo. La democracia brinda la oportunidad de elegir, pero también de recordar quiénes son los que buscan seguir atornillados al poder, con causas pendientes y discursos vacíos. En la urnas, como siempre, está la respuesta.

Olmedistas hablando de libertad

En la trinchera libertaria, la palabra “libertad” parece haber tomado un significado muy particular: el de la opresión interna. La blonda representante de la facción saenzista, Alba Quintar, sacudió el avispero con denuncias explosivas contra sus contrincantes en la interna, Emilia Orozco y Alfredo Olmedo. Ambos fueron acusados de maltratar y manipular a los militantes. Porque, claro, nada dice “libertad” como el abuso de poder.

Quintar, referente de Salta Libre, ha puesto el dedo en la llaga de un espacio político que, según ella, usa la imagen de Javier Milei como pantalla para someter a su propia gente. La joya de la corona de estas acusaciones es la de Mayra Saván, excandidata en Pichanal, quien denuncia que su firma fue falsificada para obligarla a renunciar. Una práctica que haría sonrojar a cualquier defensor de la democracia, pero que en estos lares parece ser la norma.

Como si fuera poco, Saván y otros militantes del norte salteño aseguran haber sido tratados con desprecio y descalificaciones racistas. “Vagos, indios y flojos”, los llamaron. Pero, ironías de la vida, fueron esos “vagos” quienes ayudaron a que los referentes olmedistas llegaran a donde están. Tal vez, el verdadero problema es que ya no los necesitan.

Quintar no se ha quedado callada: “No representan a La Libertad Avanza, no representan al presidente”. Y es que, para ella, Olmedo y su círculo solo están erosionando la imagen del espacio libertario con estos manejos turbios dignos de la vieja política que tanto critican.

Mientras la tormenta se desata, el silencio oficial es ensordecedor. ¿Se tomarán medidas o, como suele pasar, todo quedará en el olvido hasta la próxima crisis interna? Lo cierto es que, por ahora, el “libertarismo” de algunos parece más una franquicia con licencia para el abuso que una verdadera corriente política. Y si la libertad es esto, mejor nos vamos preparando para la esclavitud.